En plena incertidumbre económica (por ejemplo en el mercado inmobiliario), en los corrillos de amigos surge muy frecuentemente alguien que tantea a los demás: «Y vosotros ¿creéis que es buen momento para comprar casa o debo esperar a que baje más?»
Me recuerda a aquella «estrategia del pingüino«, según la cual las colonias de dichos animales esperan en la orilla y se debaten indecisas entre tirarse al agua o esperar a algún voluntario que lo haga primero y certifique que no hay peligrosas orcas al acecho. Siguen a rajatabla las tres máximas siguientes:
1. No seas el primer pingüino en entrar al agua.
2. No seas el único pingüino en el agua.
3. En caso de duda, pregunta a un pingüino que ya esté mojado (que acabe de regresar del agua) 😉
El problema de esta estrategia es que si bien minimiza el riesgo de pérdida, también lo hace con el de ganancia.
Hay mercados donde el ganador se lo lleva todo (“the winner takes it all”). El que llega primero consigue unas economías de escala que actúan de potentes barreras para potenciales nuevos competidores (ej: Amazon). O establece un efecto red por el cual el mayor número de usuarios que utiliza sus servicios constituye un reclamo para futuros clientes (ej: las operadoras de telefonía con tarifas especiales dentro de su red, las plataformas de juego online).
Sin embargo también son numerosos los ejemplos de productos que se adelantaron a su época y sin embargo (o precisamente por ello), constituyeron sonados fracasos. Un ejemplo es el Apple Newton, precursor de las PDA’s que allá por 1993 ya daba sus primeros e infructuosos pasos.
Decía el jugador de hockey sobre hielo Wayne Gretzky que “los buenos patinadores juegan donde está el disco, los jugadores excepcionales donde saben que va a estar”. El problema es que puede que creas que se va a seguir jugando sobre hielo y resulte que te hayan cambiado la superficie por césped. Como en las inversiones financieras en entornos de incertidumbre, riesgo y potenciales ganancias son dos caras de la misma moneda.
Y tú ¿eres pingüino o te atreves a tirarte al agua?
Buen texto, me gustó la analogía y nos agarramos del refrán «el que no arriesga, no gana».
Saludos desde México.
Muchas gracias Marketcon. Por cierto, incorporo el link a vuestro interesante blog:
http://marketcon.wordpress.com/
Un afectuoso saludo
Muchas gracias Alberto. Estaré al pendiente de tus post para compartirlos.
¡Saludos desde México!.
Esta claro que hay que arriesgar para conseguir algo
Añado referencia al post de Manuel Conthe «la estrategia del pionero» en su blog El sueño de Jardiel, en el que relata la falta de incentivos económicos para «lanzarse a la piscina» en el caso de acometer proyectos en un mercado nuevo
http://www.expansion.com/blogs/conthe/2014/11/04/el-dilema-del-pionero.html
Dejo referencia al post de Aidan McCullen https://www.linkedin.com/pulse/casting-first-penguin-aidan-mccullen/