Redes sociales

Jacobo Vila

Director de Marketing. Autor del blog Marketing Management

NOTA: Este post fue previamente publicado por su autor en Marketing Management

Acabo de terminar de leer un libro que me ha parecido muy interesante. Se trata de Grouped, escrito por Paul Adams. Paul Adams es el responsable mundial de desarrollo de marca en Facebook y uno de los impulsores de la web 2.0. Tiene además un blog en el que, aunque no de forma muy asidua, publica posts interesantes.

El libro es corto, de esos que se leen en unas pocas tardes, y explica con bastante detalle  el poder que tienen las redes sociales en la configuración de la nueva web. Desde un punto de vista de marketing, resulta muy interesante conocer cómo se forman y estructuran las redes sociales, qué buscan los integrantes de las mismas y cómo se comunican entre sí. Aquí van algunas de las ideas que más me han llamado la atención y que nos ayudan a comprender cómo funcionan las redes sociales:

  1. La mayor parte de las redes sociales sigue un patrón 5-15-50-150-500. Es decir, tenemos 5 personas que forman nuestro círculo de influencia y con las que mantenemos lazos estrechos de comunicación, tanto en el mundo off-line como en el mundo on-line; se trata de las personas en las que confiamos, de las que nos dejamos influir y a las que acudimos para recibir consejo cuando lo necesitamos. Alrededor de este círculo hay un segundo grupo formado por unas 12 o 15 personas, que se denomina “sympathy group”; está formado por aquellas personas con las que tenemos contacto regular, estamos al tanto de sus vidas; se suele decir que la muerte de estas personas nos afectaría emocionalmente. A continuación nos encontramos con un grupo de unas 50 personas con las que somos capaces de tener un contacto periódico y que conseguimos tener más o menos situadas. Más allá, se encuentra un grupo de 150 personas; este número lo podemos considerar como la máxima cantidad de contactos con los que somos capaces de mantener una relación social de forma eficiente; independientemente de la tecnología que usemos para conectarnos, parece que este límite de 150 personas se repite constantemente; a partir de 150 personas, los grupos se vuelven poco eficientes y empiezan a mostrar comportamientos destructivos; este límite quedó establecido por el antropólogo Robin Durban en 2010 y se repite a lo largo de la historia de forma constante; parece que el límite de relaciones sociales que somos capaces de mantener está en 150. Por último, nos encontramos con un amplio grupo de unas 500 personas, que es lo que se conoce como “weak ties”, las personas con las que tenemos un grado de conexión débil; son personas que, a pesar de estar en nuestra red, no somos capaces de saber a ciencia cierta cómo y cuándo han llegado a ser parte de ella.
  2. La segunda cosa que hay que conocer en una red social es el hecho de que estos contactos tienden a estructurarse en grupos reducidos de unas 10 ó 12 personas, siendo éstos grupos independientes unos de otros. Solemos contar con unos 4 o 6 grupos de este tipo; los individuos dentro de cada grupo se conocen muy bien pero desconocen a los integrantes de los otros grupos
  3. La tercera cosa es que, independientemente de lo grande que sea nuestra red social y el número de contactos que tengamos, siempre interactuamos con las mismas personas una y otra vez. Se dice que el 80% de nuestro tiempo lo empleamos en comunicarnos con las mismas 5 ó 10 personas de nuestra red, y estas 5 ó 10 personas forman parte del “grupo privilegiado” de nuestro “círculo de influencia” y nuestro “sympathy group”.

Y por qué es importante todo esto? Porque está un tanto alejado de la idea preconcebida que solemos tener de cómo funcionan las redes sociales. Se suele pensar que una persona (o una marca) con 1.000 contactos en Facebook tiene la capacidad de generar 1.000 impactos directos sobre su red y, usando como media la cifra mágica de 150 contactos que, de media, puede tener cada uno de nuestros amigos, el potencial de generar 150.000 impactos adicionales, de manera que cuanto mayor sea la base de conexiones de un individuo concreto, mayor será su valor como potencial prescriptor de nuestro producto o idea. Pues bien, aunque las cuentas salgan sobre el papel, el efecto no es el que refleja la cuenta anterior.

Lo primero que hay que considerar es que únicamente nos fiamos y nos dejamos aconsejar e influir por un grupo muy reducido de contactos, que suele estar formado por integrantes de nuestra familia o por personas muy afines a nosotros mismos en ideas e intereses. Esto reduce la capacidad de impactos “de primer nivel” en una red social determinada a unos 5 ó 10; y si estos 5 o 10 contactos pertenecen a más de un grupo independiente, tendrán la capacidad de transmitir eficientemente nuestro mensaje a sus propios círculos de influencia.

De estas ideas, yo saco dos enseñanzas:

  1. Para sacar partido a la presencia de nuestra marca en una red social necesitamos especialistas; especialistas que conozcan la red, que investiguen cómo está formada y que sean capaces de determinar su configuración; quién está conectado a quién, quién es el influenciador, quién el influenciado y así sucesivamente
  2. Nos tenemos que olvidar de generar contenidos masivos; lanzar un mensaje indiscriminado a toda nuestra red creyendo que va a generar tantos impactos como número de conexiones tengamos multiplicados por el número de conexiones de nuestras conexiones es absurdo. Hay que generar contenidos, promociones o mensajes que sean relevantes para grupos concretos de fans, con la esperanza de que la relevancia de esos contenidos haga que éstos se ocupen de hacer circular el mensaje de forma eficiente

Creo que esto debería cambiar la idea que tenemos hoy del Community Management. Manejar una red social es mucho más complicado de lo que parece, pero si conseguimos conocer su estructura, las acciones de marketing que hagamos sobre nuestra red nos darán cada vez más réditos.

¿Alguna experiencia al respecto? Os animo a dejar vuestros comentarios.

La paradoja de lo evidente en el emprendimiento digital

José María Visconti

Marketing Manager, 3M Spain & Portugal. Associate Professor & Coordinator of Digital Business Master at ESIC-ICEMD

Además de mi actividad profesional en el área de marketing en 3M España, soy profesor del Instituto de la Economía Digital de ESIC y coordino los módulos de Ecosistema Digital y Estrategia Digital del Digital Business Master. Ambas circunstancias propician que dedique mucho tiempo a observar y aprovechar las oportunidades que la transformación digital brinda en cualquier área de la empresa. Y sobre esas oportunidades constato un error sistemático que he venido en llamar la paradoja de lo evidente en el emprendimiento digital y que pretendo explicar y compartir con vosotros. En 3M recibo ofertas de múltiples compañías que me ofrecen brillantes soluciones digitales y con los alumnos del máster puedo sentir la pasión que sienten por lo digital. Sin embargo en ambos casos echo en falta un equilibrio de tres vectores que yo represento con el acrónimo del master en el que imparto clases: MDB.

  • Master o maestría.- Implica tener conocimientos de gestión, procesos, organización, modelos, estructuras,… en definitiva palancas ya probadas por la comunidad del mundo de los negocios que nos permiten ser más rápidos (time to market), más efectivos, más productivos,…
  • Business o capacidad de comercializar optimizando los beneficios y garantizando la sostenibilidad en el tiempo. La esencia de la innovación no es inventar sino combinar el valor de lo inventado con las mejores fórmulas de comercialización. La globalización y una economía con una profunda huella digital explican que la esperanza de vida de las compañías se va reduciendo tal como podemos ver en el siguiente gráfico.

SP 500

  • Digital: Sin duda este es el vector más dimensionado en las compañías que me visitan y ofrecen soluciones y servicios, y también entre los alumnos del master que muchas veces llegan a él habiendo identificado un problema o necesidad y habiéndolo hecho tangible en forma de una web o una app. Es tal la fe que tienen en que esa web o app es la única y mejor forma de dar respuesta al problema o necesidad que ninguna atención es prestada a los vectores de maestría y comercialización. Por eso cuando vemos los indicadores de uso de aplicaciones y vida útil de las mismas no nos extraña que se hagan tantas y se usen tan pocas y tan poco.

Siempre pregunto lo mismo y siempre encuentro la misma cara de sorpresa. ¿Cuál es tu modelo de negocio? Quiero saber que tu producto o servicio te permite ganarte bien la vida antes de decidir invertir mis recursos (dinero, tiempo, atención,..) en ello. La realidad es que todo el talento ha sido dedicado al desarrollo de la web o de la app que me presentan y nada a los otros dos elementos que trato de subrayar en este texto. Y lógicamente muy pocas veces obtengo una respuesta mínimamente aceptable. Entre otras cosas porque el concepto en sí de modelo de negocio o cadena de valor son tan desconocidos como su propia aplicación a la compañía o proyecto que se defiende. Por tanto, la primera afirmación que la experiencia personal me permite concluir es que la evidencia de que una compañía digital debería ser un buen caudal de talento en forma de saber, capacidad para comercializar y la debida sensibilidad digital que demanda el medio de acción no se cumple y el sesgo de lo digital como fin en sí mismo termina precipitando al error y al fracaso lo que debieran ser negocios embrionarios con aspiración de crecer y perdurar.

La segunda reflexión que reforzará mi conclusión se basa en otra previa formulada por Nicolás Nigroponte en ‘Being digital’, Bits & Atoms , Digital World, 1995, Nicolas Negroponte, MIT:

The best way to appreciate the merits and consequences of being digital is to reflect on the difference between bits and atoms. While we are undoubtedly in an information age, most information is delivered to us in the form of atoms: newspapers, magazines, and books (like this one). Our economy may be moving toward an information economy, but we measure trade and we write our balance sheets with atoms in mind. GATT is about atoms.

Esa naturaleza dual de átomos y bytes hace que el foco de atención del emprendimiento digital se centre en los triángulos sombreados en gris donde cada cuadrante representa el modelo relacional de los actores: P2P (personas a personas), B2B (empresas a empresas) , B2C (empresas a consumidores)…En cada uno de esos triángulos sombreados he añadido los principales focos de las compañías digitales.

bytes

 

Una primera lectura del mismo evidencia que las áreas dominadas por los átomos han carecido de interés, precisamente por no ser digitales. A lo sumo el interés ha surgido por el propósito de digitalizar, es decir transformar átomos en bytes como ha sucedido en los mercados de libros o música. Pero más allá de ello,…las experiencias de retos interesantes son nulas. Y esto de nuevo muestra la paradoja de lo evidente en el emprendimiento digital.

Pensemos en el cuadrante B2C y en el área de átomos. Siempre que en clase pregunto… ¿cuál es el país de Europa con más penetración de smartphones? Siempre obtengo la respuesta correcta: España. Y si a continuación pregunto ,… ¿por qué la tasa de crecimiento del e-commerce es tan baja en España? También solemos convenir en que la cultura mediterránea y nuestro clima nos impulsan a salir a la calle y visitar las tiendas físicas. Si aceptamos ambas observaciones,… ¿por qué la experiencia digital del shopping es tan pobre en España? ¿Por qué tenemos que acudir a los videos de Macy (http://www.youtube.com/watch?v=c3h0eKGfUfI) o Burberry (http://retail-innovation.com/burberry-regent-street/) para ver cómo interactuar con los clientes on line durante su visita a la tienda? En esos videos puede verse como la capa digital de la tienda ofrece información, sugerencias,..servicios diferenciados… La tienda cuenta con un despliegue de beacons que nos rastrean y al encontrarnos nos estimulan. Y no sólo eso sino que el rastreo lleva a generar un cuadro de analytics tan potente como el que tienen los negocios e commerce al uso…. Claro,..si hubiera maestría quizá no pensaríamos que esa alta tasa de penetración de smartphones es la consecuencia de un comportamiento natural del consumidor digital sino más bien el efecto de las operadoras de telefonía al desplegar estrategias anti churn a base de subvencionar terminales. Y si hubiera apetito de negocio veríamos cómo todo está por hacer en las tiendas y pensaríamos en dar respuesta a lo ilógico que es que Zara, El Corte Inglés, Mercadona,..sean empresas de culto e incluso casos de estudio en escuelas de negocio por haber revolucionado el modelo de negocio de la moda, o por haber centrado al cliente como eje de la empresa, o por haber creado una propuesta de valor donde la marca propia es valorada,..y sin embargo estar al margen de la experiencia de cliente en tienda que la tecnología ofrece.

Un país cuya economía depende de los servicios y entre ellos el turismo y el comercio no debería tener semejante déficit de emprendimiento digital aplicado a esas áreas simplemente porque no manejamos en equilibrio los tres vectores que hemos explicado y porque estamos obsesionados por todo lo que tiene apariencia digital y despreciamos el mundo físico. Si al menos estas líneas han servido para dar qué pensar,…bien está. Yo creo que hay más negocio en aplicar el internet de las cosas al mundo real y liberarlo de las actuales limitaciones que de las áreas evidentes donde la competencia es ya muy grande…

¿Qué opinas?

Se me ha fundido una bombilla en el pasillo. Obsolescencia programada

José María Benito

Responsable de R&D para mercados industriales en 3M

“Un Soneto me manda hacer Violante, y en mi vida me he visto en tal aprieto”. Con este par de versos iniciaba el genial Lope de Vega, su particular “Sonetos para Dummies” en el siglo XVI. Salvando las distancias y evitando las comparaciones, así me siento cuando me invitan desde MarketingStorming a escribir un post veraniego. Y de que escribir a vuestras mercedes me pregunto…

Pues no es sencillo, no es sencillo en tiempos de hiperconectividad, en los que todos tenemos acceso a todo tipo de información, desde los entresijos de la tonadillera, hasta los secretos de Estado que nos brinda Snowden. No es fácil saber de qué hablar, en un mundo como este, en el que todos hablan de todo, todos opinan de todo, estando –además- en posesión de toda la verdad.

Pero, al igual que el Fénix de los Ingenios, ya he escrito los dos primeros párrafos de este artículo, y sin acabar de alumbrar los objetivos. Pero finalmente he dado con la clave. Un tema de rabiosa actualidad, un tema cotidiano, un reto al que todos nos enfrentamos. Se me ha fundido una bombilla en el pasillo.

Y este pequeño drama casero, que se resuelve –lógicamente- pidiendo ayuda a alguien más avezado que yo en los bricolajes caseros, me ha llevado a dar vueltas a la cabeza, y a buscar en las tripas de Internet cuando oyes a cualquiera comentar “Si es que las bombillas y las pilas, ya no duran nada…hace años era otra cosa”.

Y buscando, buscando, descubres que esto se denomina Obsolescencia Programada. Y es que hay nombres para todo, y todo debe estar etiquetado con su tag característico. Pero, una vez que profundizas resulta que esto no es nuevo. El término Obsolescencia Programada, data de mediados de los años 50 del pasado siglo, y el concepto es incluso anterior dado que se trató de legislar por decreto en USA en la época de la Gran Depresión, el hecho de que algunos de los productos que las fábricas producían se estropease pronto para generar una demanda continua que reactivase el consumo y la economía (finalmente no se llego a poner en práctica). Algo parecido a la propuesta de abrir y cerrar zanjas de forma subvencionada para generar actividad económica y reactivar el consumo.

Hasta tal punto es un concepto antiguo que, si en 1881 las bombillas que desarrolló Edison tenían una duración estimada de 1500 horas, 30 años más tarde, empezaron a aparecer anuncios en prensa que garantizaban un uso prolongado de más de 2500 horas. La industria productora, pronto descubrió –lógicamente- que prolongar la vida útil de la bombilla reducía la necesidad de comprar nuevas bombillas (y de pedir ayuda para cambiarla…). Esa reducción de la demanda, no fue bien recibida y en la ciudad de Ginebra se llegó a reunir un Cártel de fabricantes que propugnaban establecer una duración de la bombilla de en torno a 1000 horas. Teóricamente esas prácticas ilegales fueron denunciadas, y el Cártel disuelto (Phoebus se denominaba el grupo de socios). Aunque no está claro que la práctica de reducir la vida útil no se haya seguido dando, o al menos eso intuimos.

En algún lote defectuoso se escapó, sin embargo, una bombilla que no ha querido cumplir con esas normas, y lleva luciendo en el parque de bomberos de Livermore –California- la friolera de 110 años. Y sigue empeñada en seguir luciendo. Incluso se puede seguir vía webcam (http://www.centennialbulb.org/cam.htm) y hacerse seguidor de su página de facebook (eso sí que es saber envejecer…). Viendo a qué altura está colgada, es de agradecer que no haya que cambiarla demasiado.

Hoy en día, existen inventores que reclaman para sí el honor de haber desarrollado bombillas que duran para siempre. Uno de ellos es español (Benito Muros, OEP Electrics), y  lejos de aceptar el manido “que inventen ellos!”, ha desarrollado bombillas que garantiza que durarán al menos 100 años. De momento, la comercialización no está siendo un éxito, pero quizá se logre, aunque aquí siempre hemos sido reacios a los cambios.

Pues eso, el crear esa necesidad de poseer algo un poco más nuevo, un poco mejor, un poco antes de lo necesario lo denominamos Obsolescencia Programada. No es nuevo, pero parece que lo hemos inventado nosotros, inmersos como estamos en la dinámica de “comprar, usar, tirar, comprar”, reduciendo el tiempo de vida útil de los productos. Ya sea fabricando de forma programada con una vida útil, o generando una nueva necesidad cada poco tiempo, dejando obsoletos los productos antes de que hayan acabado su vida útil. La duración del producto ya no es una cualidad a valorar en una proposición de valor. Si mi teléfono va a quedar obsoleto y necesito inexcusablemente pasar de iPhone 5 a iPhone 6, si mi impresora se va a estropear, y me van a decir que cuesta más repararla que comprar una nueva. Sólo en los artículos de lujo la durabilidad es un plus. En la gran mayoría sin embargo, generamos demanda a base de seguir comprando cosas que sustituyan a la anterior, esté o no esté terminada de usar.

Lo cierto es que las cosas ya no duran como antes, y puede tener cierta lógica en artículos de consumo que se ofrecen a precios muy asequibles. Un precio bajo, genera una demanda alta (casi siempre…), y mantener un precio bajo, muchas veces se relaciona con el uso de componentes de menor calidad. En definitiva, si está al alcance de todos es porque es barato, y en muchos casos no durará, o al menos así nos conformamos. Y mientras generamos más demanda. Es bueno, no obstante, no echar todas las culpas al fabricante, y asumir nuestra parte de responsabilidad en un consumo alocado.

Pero, por otro lado, ¿no se ve afectada la imagen de la marca, cuando compramos un producto, hacemos una inversión de tiempo y dinero y luego el producto no da unas prestaciones buenas?. Desde mi punto de vista sí (de hecho, ya he tomado nota de la marca de bombillas de mi pasillo para ver si me dan mejor resultado las nuevas). Una empresa invierte grandes cantidades de dinero, en captar la atención del cliente, en desarrollar productos, se esfuerza en vender el producto, en tocarle la fibra sensible al cliente dándole un toque emocional a esa relación que acaban de crear, logrando en ocasiones hacer que seamos “fans” de una marca. Y después de todo eso, ¿le vendemos un producto con muchas posibilidades de que salga mal en poco tiempo?. Dicen los expertos que no hay problema en que la marca se vea afectada, que se estudia en detalle qué periodo de tiempo se asumiría como adecuado para que el producto empiece a fallar sin causar mala imagen. Especialmente difícil es juzgar a una marca por algo que hacen –o eso intuimos- todas por igual, ajustando al mínimo el ciclo de vida del producto y generando nuevas necesidades con nuevas versiones. Es difícil irse con la competencia, pero con lo difícil que es hacer un cliente, tratar de fidelizar a los que tienes puede parecer de sentido común.

Desde luego, todos escuchamos con admiración cuando un amigo o familiar, nos cuenta las excelencias de esta o aquella marca, a la que le compraron una calculadora hace 30 años en Andorra, y que sigue funcionando como el primer día. Mi experiencia de compra y el mensaje que yo transmitiría sería mejor si en la proposición de valor del producto que compro se incluyese algo respecto a su duración, su fiabilidad, su calidad.

Finalmente de lo que nadie habla es de lo poco sostenible que es esta aproximación en la que nos movemos. Sí, generamos demanda –e incluso innovación- y producimos consumo, lo que nos lleva a seguir usando recursos cada vez más escasos, sin tener completamente cerrado el círculo del reciclado. Vivimos como si tuviésemos otro planeta al que ir una vez terminado este. Y creo que, de momento, no es así.

Al hilo de esto, leí –mientras cambiaban la dichosa bombilla- un artículo muy interesante, sobre el equipo que desarrolló los programas Voyager I y Voyager II. Estas naves espaciales se lanzaron hace más de 38 años al espacio. Eran misiones de reconocimiento para recabar información de planetas cercanos (debían llegar hasta Saturno), y se estimaba que su vida útil sería de unos 5 años. Pasado ese tiempo, deberían dejar de estar en activo sus sistemas. Los ingenieros que trabajaron en estos programas, decidieron esmerarse un poco más en los sistemas que montaron, haciendo las sondas un poco más robustas, las antenas un poco más resistentes por si acaso. Y ahí siguen funcionando, 38 años después. Algunos de los ingenieros de estos programas, con más de 78 años de edad, siguen yendo a su mesa en la NASA para seguir recibiendo información de las dos naves, dado que son los que mejor controlan como funcionan sus procesadores, y el lenguaje máquina en que se comunican. Nadie se jubila hasta que dejen de funcionar. Y es una muestra de cómo, cuando queremos, somos capaces de hacer cosas increíbles, logrando superar todas las expectativas de vida útil… y sin embargo se mueven!. Espero que nos ayuden a encontrar ese planeta de reemplazo que tanta falta nos va a hacer en breve.

Y de esta manera, casi sin darnos cuenta, hemos llegado al final haciendo un llamamiento al consumo responsable y a no dejarnos llevar por cantos de sirena de nuevas versiones (los hay que han dejado de tomar yogures con Omega 3 esperando la versión con Omega 4), de nuevas necesidades y de productos que duran lo justo para desembalarlo.

Y nos despedimos, cómo no, deseando que disfruten de su merecido descanso, y que sigan compartiendo ideas en MarketingStorming a partir de Septiembre, incluso de Bricolaje casero…

El valor de una marca y cómo medirlo

Iván Díaz

Fundador de Branzai y Senior Client Partner en Morillas Branding Agency

NOTA: Este post es una colaboración de Iván Díaz y ha sido publicado previamente en Branzai.com

 

¿Qué aporta una marca?Esta es la gran pregunta que muchas veces es difícil de contestar, si no es a través de los intangibles que genera, las percepciones que crea y los significados que es capaz de construir en sus audiencias.¿Qué aporta? ¿Más ventas? ¿Más fidelidad?.. ¿Se puede medir? ¿Cómo?

A veces los intangibles, suena a ‘A qué huelen las nubes’?, pero por suerte el branding ha avanzado más que la ciencia que mide el olor de una nube.

Existen muchas formas de evaluar intangibles de marca, desde la medición de la Fuerza de Marca, pasando por la Lealtad de Consumidor, o incluso simples estudios cualitativos de asociación de atributos a marcas.

Pero existen otros métodos más cuantitativos que nos permiten tener una visión más exacta sobre nuestra marca y lo que aporta a nuestra compañía, al mercado y a la categoría. Que nos permite medir de una manera precisa si la estamos enfocando bien y qué valor nos proporciona.

Hoy las marcas son uno de los activos más importantes de la compañía, capaces de generar valor más allá de los productos y servicios, más allá de sus activos y patrimonio. Se estima que el valor medio de una marca ronda el 38% del valor total de la compañía, en término medio.

Cuanto más intangible sea la propuesta de valor, más peso tiene la marca en ella:

Más allá de valoraciones complejas de marca, donde consultoras como Interbrand dan soluciones magistrales de Brand Valuation que permite construir rankings como Best Global Brands, utilizados para poner un precio a la marca y utilizarlo para ventas, fusiones, adquisiciones o atracción de inversores.

Hoy nos vamos a centrar en algo más sencillo, pero no menos efectivo: Brand Insight Value, que permite a cualquier marca, grande o pequeña conocer el Valor que tiene su marca dentro de su entorno competitivo, y poder cuantificarlo de forma genérica. 

EL BRAND INSIGHT VALUATION, medir el valor de una Marca

¿Podemos cuantificar el valor de nuestra marca para el público de una categoría concreta? ¿Tenemos la marca construida sobre el mejor territorio? ¿Podemos utilizar otro territorio que nos de un mejor valor de marca?

Primero, definimos VALOR. El Valor de una marca lo podemos definir como la aportación monetaria que genera la marca a la compañía, o la importancia que genera la marca en sus audiencias en una categoría. Y nos vamos a centrar en la segunda definición, la importancia de la marca para un consumidor traducido en una estimación monetaria.

El Brand Insight Valuationes una medición funcional de los intangibles de marca relevantes para una categoría concreta, basada en los intereses, necesidades y deseos de sus consumidores.

Las marcas responden a las necesidades específicas de sus consumidores, generan deseo o contextos para la construcción de nuevas necesidades. Básicamente, las marcas intentan contestar a los insights de consumidor.

Cada categoría de productos y servicios tiene unos insights de consumidor relevantes sobre los que la marca ha construido un territorio concreto. Es decir, factores por los que los consumidores compran un producto o necesidades que necesitan cubrir.

Ej. Sobre el insight de consumidor ‘Necesito hacer deporte’, puedes construir en una misma categoría varios territorios para dar respuesta a ese insight, ej. ‘Bienestar’, o ‘Competición,  o ‘Energía’, o ‘Diversión’ etc..

Las marcas juegan un rol muy determinante en la forma a la que damos respuesta a esas ‘necesidades y deseos’ ya que son las encargadas de transmitir el significado relevante y diferenciador que da respuesta a ese insight concreto de sus consumidores.

Para ser prácticos, y poder hacernos una idea del valor que tiene nuestra marca en una categoría concreta,debemos contemplar lo siguiente:

CONOCER LOS INSIGHTS DE LA CATEGORÍA
Debemos conocer en profundidad qué busca, qué mueve, qué desea y qué necesita el público objetivo de la categoría.

Si están buscando innovación, tradición, precio, cuidado, bienestar, exclusividad, practicidad, etc..

Mediante un estudio cuantitativo podemos conocer los drivers que mueven la categoría y lo que buscan y persiguen los consumidores de la misma.

CONOCER QUÉ PAPEL JUEGA LA MARCA. CUANTO IMPORTA LA MARCA
Evidentemente para cada insight de una categoría la marca juega un papel más o menos relevante, en función de la capacidad que tenga la misma de generar diferenciación, seguridad, o la capacidad de generar los significados adecuados para construir el imaginario que el consumidor está buscando.

Una marca no juega el mismo papel sobre un insight de ‘Tradición y Saber hacer’, que sobre uno de ‘Precio y Disponibilidad’.

En ‘Tradición’ se valorará más la presencia de una marca que nos garantice el proceso, nos genere confianza y nos aporte calidad. Mientras que si el consumidor busca ‘El Precio’ la marca tendrá menos relevancia para él.

Eso también es cuantificable a través de estudios cuantitativos, donde el consumidor nos desvela cuanto de importante es la marca para cada uno de los insights detectados.

Ahora que sabemos qué busca nuestro consumidor, o qué valora en nuestra categoría, y qué peso tiene una marca en esa decisión, podemos empezar a extrapolar, genéricamente, y repito genéricamente, el valor que estamos ofreciendo con nuestra marca.

PRIMERO:
Podremos saber si estamos construyendo la marca en el territorio adecuado y bajo el insight adecuado.

Es decir ¿Hemos escogido para construir nuestro territorio el insight que más ‘marca’ necesita?Aquel insight donde la marca tiene un mayor peso en la decisión de compra, es porque requiere un mayor peso de intangibles. Lo que nos proporciona un escenario competitivo más ámplio, pudiendo construir significados diferenciales a los de nuestros competidores.

Si fuera un insight muy racional, tipo ‘precio’ y la marca tiene poco peso, es porque el intangible no es valorado y sólo se construye en aspectos racionales. Lo que limita el espacio competitivo, y por lo tanto el VALOR de Marca.

SEGUNDO:
A todo eso le podemos dar una extrapolación económica.

Sabiendo en qué territorio construimos la marca, y sobre que insight actúa. Y sabiendo que peso tiene ‘la Marca’en ese insight concreto, podemos llevarlo a una cuantificación económica sobre nuestras ventas.

Si vendemos 10 millones de Euros en ventas netas (fuera costes fijos y cargas fiscales), y nuestra marca se construye sobre un insight en el que el peso de la marca tiene un 20%, en el proceso de compra. El valor de nuestra marca sobre las ventas es de 2 Millones de Euros.

Esto nos permite saber, qué pasaría si en lugar de construir sobre el insight donde el peso de la marca es del 20%, fuera del 40%. Las ventas serían las mismas SI!, y los beneficios también? NOPorque aquí estaríamos construyendo una marca que genera más intangibles, y por lo tanto, más diferenciación, y por lo tanto, menos genérica, y por lo tanto.. Menos sustituible!, por eso el valor de la marca en este caso sería de 4 Millones de Euros, y no de 2.

¿Fácil No?

REPETIMOS, esto es un caso sencillo, para marcas pequeñas y medianas, que quieran aventurarse en el mundo de la valoración de marcas, pero muy práctico para todas, que permite conocer de una forma fácil, dónde estamos llevando la marca y qué valor potencial nos está generando o nos puede generar.

La Marca no aumenta las ventas, pero sí que puede ofrecer una herramienta para generar más valor a la compañía.

En fin, dime cuanto vales y te diré quién eres.

¿De qué va esto del blog corporativo?

Ángela González Rodríguez

Content & Social Media Strategist

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«If you don´t like what´s being said, change the conversation»

Blog Businessweek
Blog Businessweek

Primero fue la web 2.0, luego vino la experiencia multi-pantalla y ahora no sabríamos vivir sin el blog…de empresa. Pero, ¿de qué va eso del blog corporativo? ¿en qué se parece y en qué se diferencia del blog personal? ¿de verdad sirve para algo?

El blog corporativo o blog de empresa es un espacio online que complementa la web corporativa y en el que tienen cabida informaciones y contenidos cuya temática gira entorno a la empresa, su oferta, sus empleados, sus socios y sus clientes pero cuyo lenguaje no tiene por qué ser necesariamente tan formal o ‘corporativo ‘ – valga la disyuntiva – como el de la página web oficial.

Tener un blog corporativo ágil, actualizado y que invite a la participación tiene múltiples ventajas, tanto para la empresa, como para sus clientes y empleados. Me atrevería a decir que la función principal del blog de empresa es poner cara a la compañía, hacer la comunicación ‘más humana’, más cercana y más amena.

Por ello, es fundamental que el blog corporativo huya de un lenguaje historiado, de jerga y tecnicismos del sector. Eso sí, sin renunciar a reforzar la imagen de marca. Se trata, en definitiva, de utilizar el blog como carta de presentación de la empresa en medios sociales para llegar a un público más amplio, bien informado y cada vez más exigente.

El hecho de que toda corporación que se precie tenga su propio blog, con un equipo dedicado y un presupuesto cada vez mayor, nos da una indicación clara de la importancia que el blog de empresa tiene en las estrategias de marketing.

Ahora bien ¿cuál es el verdadero valor añadido del blog corporativo? A bote pronto, se me ocurren tres:

Un mayor (y mejor) reconocimiento de marca

  • A través del blog, las empresas dan su cara más amable, más cercana
  • Los blogs atraen visitas nuevas y ‘repetidas’– no sólo descubre nuevos visitantes, sino que los fideliza.
  • De media, el tráfico del blog crecerá un 30 por ciento una vez hayas publicado 20-50 posts.
  • El 70 por ciento de los consumidores en todo el mundo descubren o conocen una empresa a través de artículos, más que de publicidad.

Construye tu comunidad, tu audiencia – marketing relacional

  • El blog es uno de los principales medios sociales y como tal, un elemento clave en la construcción y gestión de tu comunidad online.
  • Más de la mitad de los consumidores (60% en USA) se confiesan más receptivos y positivos sobre el mensaje y propósito de una empresa tras leer contenido propio, personalizado y relevante (como el que toda empresa debería publicar en su blog).
  • Contenido interesante – y original – es uno de los tres motivos por los que la gente suele seguir a una marca en medios sociales.

Creación y gestión de reputación de marca online

  • El blog corporativo es el espacio perfecto para que los empleados compartan sus vivencias como miembros de la corporación, den una opinión de experto sobre temas de actualidad o aconsejen a clientes (actuales y potenciales) sobre cómo sacarle partido a los recursos de la empresa.
  • Además, el blog corporativo es el complemento perfecto para una buena estrategia de relaciones públicas: un espacio gratuito, adecuado y eficaz para comunicar los logros y novedades de la compañía.
  • Finalmente, el blog corporativo es el mejor canal para que los ejecutivos de la empresa expliquen los últimos desarrollos y noticias corporativas, presentación de resultados, etc. Con un tono más humano.

 

Blogs corporativos en España: predicando con el ejemplo

No querría dejar pasar la oportunidad de recomendaros varios blogs corporativos ‘a la española’. Cada uno de ellos sirve un objetivo diferente, en línea con la estrategia de marketing y el plan de empresa, pero todos ellos logran destacar por uno u otro motivo:

En Naranja (ING)

En ING hacen del FreshBanking un slogan válido para todo: freshworking, freshliving, freshsaving…el caso es que el blog del banco holandés en España ofrece contenido muy fresco sobre temas actuales, relevantes y en línea con sus valores: nuevas tecnologías, mundo digital, banca y servicios financieros, energías renovables, trucos para ahorrar….todo ello en clave muy personal, con u n lenguaje cercano y nada ‘rollo banco’.

El Blog de Renfe

“Este blog de Renfe pretende ser un punto de encuentro donde tengan cabida todo tipo de temas, como información sobre los últimos modelos de trenes, turismo desde el tren, rutas con encanto, noticias de actualidad y del sector, etc.” Más claro, agua. Renfe busca acercarse a sus usuarios buscando puntos en común: turismo, gastronomía, moda, historia, tecnología…¿El resultado? Un blog corporativo nada aburrido, con reminiscencias de revista online de turismo y estilo de vida pero fiel a la identidad y oferta de Renfe.

BBVASocialMedia – Blog

El blog de BBVA forma parte de una estudiada estrategia de marketing digital. Ocupa un lugar preferente en la web dedicada a tal efecto de la entidad y es un claro ejemplo de por qué el blog de un banco no tiene por qué hablar necesariamente de dinero: RSC, opiniones de empleados, tour virtual por las obras de sus edificios…

Bscene by Bershka

Concursos, rodajes, entrevistas con diseñadores y ejecutivos, trucos de expertos, coolhunting y streetstyle…El recientemente renovado blog de Bershka une lo mejor de dos mundos: el del blog corporativo y el personal. Fiel a la estética de la marca más canalla de Inditex, ‘cuela’ contenido corporativo a golpe de ‘cómo se hizo’, concursos y ofertas exclusivas.

 

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El efecto centinela y la estrategia

Carlos Herreros de las Cuevas

Socio en HFC Consultores. Presidente en Santander Coach. Decano de Honor en Santander Business School

NOTA: Este post es una colaboración de Carlos Herreros y ha sido publicado previamente en http://www.knowsquare.es

 

Hace unos meses, el consejo o patronato de la Universidad de Virginia cesó a su presidenta Teresa Sullivan por razones que parecían arbitrarias y con escasa consideración de un “proceso justo”: la rectora del patronato Helen Dragas telefoneó a todos los miembros para asegurarse de su apoyo a la decisión de despedir a Teresa que sólo llevaba dos años en  la presidencia. Cuando la rectora Dragas comprobó que la mayoría la apoyaba, llamó a Teresa y le pidió la dimisión diciéndole que había pedido la confianza del patronato. Profesores y estudiantes reaccionaron airadamente ante lo que les pareció una decisión arbitraria y arrogante.

No hace falta decir que el proceso del patronato fue extremadamente torpe. Los profesores y los alumnos se sintieron atacados por la espalda y durante varios días el patronato fue incapaz de explicar la lógica de por qué sus miembros despidieron a Teresa Sullivan a toda prisa. La opinión de un patrón fue que el patronato quería una presidente que pudiera liderar con un espíritu de “dinamismo estratégico”, una frase que carece de toda precisión e hizo que los miembros de la universidad pensaran que los patronos habían sido más que bobos para dejarse influir por otra de las modas pasajeras (fads) del Management.

A medida que se fue sabiendo más, estaba claro que el patronato estaba preocupado porque Teresa Sullivan era demasiado “incrementalista”. Había dedicado sus dos, y únicos, primeros años desarrollando un nuevo proceso presupuestario para la universidad y los patrones creían que la institución necesitaba un líder transformador que, sobre todo, los llevara al mundo de la formación on-line. De ahí el término “dinamismo estratégico” que utilizaron. Todo esto nos plantea dos preguntas: ¿por qué de verdad despidieron a Sullivan?; ¿y por qué de una forma tan torpe y auto-destructiva? Una hipótesis es que la respuesta a ambas es única y la misma.

Antes del despido, toda la prensa hablaba de la irrupción del aprendizaje on-line desde lo que hasta hace poco era una curiosidad relegada a las universidades que sólo buscaban hacer dinero, hasta que era adoptado por instituciones de élite como Stanford, MIT y Harvard entre otras muchas. Por ejemplo, el año pasado dos profesores de ingeniería de Stanford, Peter Nerving y Jennifer Widom ofrecieron cursos on line sobre mecanización e inteligencia artificial y entre ambos tuvieron más de 250.000 alumnos en todo el mundo. Como escribió un periodista: “aunque los estudiantes no reciben la acreditación de Stanford por su trabajo, acceden a los profesores»; Harvard y MIT destinarán 60 millones de dólares al desarrollo de cursos on-line gratis; otros dos profesores de Stanford que ayudaron a desarrollar la plataforma informática para los cursos on-line han formado la conocida compañía Coursera.

Una hipótesis es que este frenesí de actividad en el aprendizaje on-line es un “acontecimiento centinela”, un evento que concatena varias tendencias a largo plazo que, hasta el momento, habían operado por debajo del “radar social”. Un evento así cristaliza el significado potencial de estas tendencias que, si se toman en conjunto, ofrecen la explicación que cómo pueden alterar y perturbar a las empresas, a los estatus de las jerarquías y a los mercados. Son tendencias que, retrospectivamente, parecían obvias. Clay Christensen las explica muy bien en su libro, sobre todo con el ejemplo de cómo las mini-acererías fueron echando del mercado a los gigantes de los altos hornos. En el caso de la enseñanza, la proliferación de las conexiones de Internet a alta velocidad, la capacidad para procesar y gestionar bases de datos a gran escala, el aumento de la clase media en buena parte del mundo y una cultura emprendedora que está re-conformando la vida universitaria. Considerada separadamente ya  teníamos toda esta información. Lo que no supimos valorar es su fuerza de cambio al tomarlas en su conjunto.

El significado del “efecto centinela” está vinculado tanto a sentimientos de entusiasmo como de ansiedad. Los cursos on-line de Stanford entusiasmaron a los observadores porque permitían que estudiantes de todo el mundo tuvieran acceso al mejor material pedagógico, cualquiera que fuera su extracción social, grupo étnico o geográfico. Pero también crearon mucha ansiedad porque implicaban que se podía “des-intermediar” a las universidades tradicionales. ¿Podrían en el futuro los estudiantes preferir certificados de competencia en habilidades particulares en lugar de títulos de instituciones, especialmente si estos certificados estaban emitidos por instituciones de élite que garantizaban la utilización de la mejor pedagogía y los mejores métodos de evaluación? 

Sostengo que cualquiera que sea el sector empresarial siempre existen “efectos centinela” y en artículos futuros intentaré presentar cómo intentar identificarlos. La neurociencia es una gran herramienta para este fin como creo poder demostrar.

Etnografía: Llevar la investigación un paso más allá

Delia Bento y Jesús Ramón

BentoGarcia Etnografía Digital

“Cambiar de respuesta es evolución. Cambiar de pregunta es revolución”

 Jorge Wagensberg

Big data, social data, google analytics, encuestas online, integración de puntos de contacto del cliente… El marketing tecnológico ha traído en la última década una impresionante cantidad de información a los departamentos de marketing, como nunca en su historia… Sin embargo, la sensación generalizada es de que cada vez se tiene menos conocimiento del cliente.

Los cambios sociales, tecnológicos y generacionales que se están produciendo en la sociedad a nivel global también tienen mucho que ver con ello. Un entorno relativamente estable durante décadas se ha fragmentado en microentornos, microsegmentos, micromedios, generándose una mayor dificultad para entender el porqué…

A esto se debe, quizá, el auge que desde hace una década esta teniendo una nueva técnica de investigación denominada etnografía digital… que se basa en las técnicas de investigación antropológica de mediados del s.XIX. Los antropólogos se dieron cuenta de que la mejor forma de entender a las tribus era haciendo una inmersión en ellas, y mediante técnicas de observación profunda e inferencia cultural, lograr entender mejor los comportamientos, actitudes y sentimientos de los mismos. Análogamente, los etnógrafos dedicados actualmente a la investigación del consumidor intentan descubrir “insights”* de los consumidores, mediante la observación. Es una investigación “sin preguntas”.

Adicionalmente, el avance imparable de las tecnologías, especialmente el auge del móvil, permite una investigación etnográfica digital muy potente, ya que permite captar momentos de uso, sin inferencia de ningún tipo y captando todo el contexto mediante el uso del móvil. Os adjuntamos un ejemplo de la diferencia entre pedir a un usuario que describa algo o bien que haga una foto de ese algo. La diferencia de cara a la investigación es apreciable.

 

Capture

También está resultando de gran eficacia el uso de comunidades virtuales o “consumer boards”, donde una muestra mayor participa en una serie de actividades y discusiones y entre ellos intercambian información. Este tipo de proyectos está resultando muy útil en los proyectos de cocreación (a destacar la comunidad de usuarios de Lego o la fans de Nesspreso).

Las características de un proyecto de investigación etnográfica son:

– Mayor duración en el tiempo que otras técnicas de investigación

– Muestras pequeñas (entre 10 y 50 personas)

– Resultados cualitativos abiertos

– Gran impacto en fases iniciales de procesos de innovación o desarrollo de producto

– Se descubren los porqués de determinados grupos sociales, que nos definen el qué, cuándo y el cómo de sus comportamientos.

Para ello se utiliza una metodología de investigación ad-hoc, que tiene mucho que ver con el objeto, presupuesto y timing del proyecto. En términos generales, nuestra metodología se compone de las siguientes fases:

1.Definición del alcance del proyecto: Es crítico consensuar con todos los stakeholders el alcance y los resultados esperados, ya que en una investigación etnográfica los resultados nos pueden llevar a más preguntas.

2.Selección de la muestra y recruiting: Al ser una muestra tan pequeña, es vital que sea representativa del objeto de investigación. En general, se buscan superusuarios, ya que son aquellos que son capaces de dar insights más profundos de tu producto o servicio.

3.Propuesta de actividades: Para que registren de manera sistemática sus acciones a lo largo del día con diferentes técnicas, diario online, vídeoblog, fotoblog, etc…

4.Parametrización de la plataforma: En el caso de uso de plataforma digital, bien para investigación vía móvil o vía web en consumer boards, es necesario la parametrización de la plataforma, en función de las actividades y la carga de los usuarios. Esta plataforma les irá avisando mediante alarmas de las actividades en curso y podrán acceder a ella vía app móvil o navegador web.

5.Investigación y categorización: De los datos etnográficos registrados se realiza por parte del investigación la categorización y análisis de los procesos mentales, significaciones y códigos culturales que están influyendo en esas toma de decisiones de consumo.

6.Visualización: Dentro de nuestra metodología consideramos muy importante la presentación de resultados, por ello trabajamos con técnicas de visual thinking para la presentación de los mismos. Desarrollamos vídeo presentaciones, posters, infografías o revistas. La imagen es fundamental para llegar a entender y comunicar el resultado de la investigación.

Los proyectos de este tipo suelen durar entre 12 semanas y un año; dependiendo de la profundidad y complejidad del análisis. ¿Y para qué se puede utilizar este tipo de investigación?

Pues algunos ejemplos de proyectos de este tipo:

1.Desarrollar una nueva metodología de formación para neurocientíficos

2.Búsqueda de nuevas ideas para desarrollo de zapatillas deportivas

3.Descubrir oportunidades en el mercado de fondos de inversión

4.Determinar el nivel de servicio y su entendimiento por parte del cliente

5.Entender los nuevos hábitos culinarios para el desarrollo de una nueva cocina

Estos retos de marketing estratégico, i+D e innovación pueden ser arquetipos de los tipos de investigación donde la etnografía tiene impacto real en el negocio.

Un año!

Hace un año, el día 3 de Marzo de 2013 nació este blog con la idea de servir como punto de encuentro y discusión sobre diversos asuntos del mundo del marketing, las ventas y el desarrollo de negocio. Durante este tiempo hemos disfrutando mucho pudiendo plasmar en más de 130 artículos (o posts) y más de 530 comentarios muchas opiniones. Si cualquier lector ha disfrutado o ha encontrado interesante un simple párrafo de cualquier artículo, nos damos por satisfechos. Nuestra idea es seguir mejorando día a día, poder seguir hablando de temas actuales o conceptos clásicos, y poder seguir contando con todos vosotros.

Esos 130 artículos han versado sobre muchos temas y hemos podido repasar conceptos sobre segmentación, posicionamiento, innovación, gestión de equipos, gestión de productos, branding… Hemos aprendido con Pepe y su maravilloso expositor de pistachos cómo realizar la diversificación de un negocio y como imputar sus costes. Hemos tenido la maravillosa visión de Pilar Galeote sobre negociación, Daniel Vallespin y sus discusión sobre de quién son los clientes, Alberto Jiménez nos contó las tendencias en Startups, Miguel Sanz nos habló acerca de diferentes aspectos de las marcas, Celso Masid nos descubrió por qué un Ingeniero de Caminos puede hablar de Marketing, Miguel Blanco nos ilustró sobre qué es la innovación, Jordi Mañe nos descubrió las claves por las que  un negocio puede no crecer, Pedro Lantero nos habló de la función de la fundación Tomillo, aprendimos lo que es el Lean Start gracias a Juan Nuñez, hablamos sobre emprendimiento con Guillermo Sanchez y Rafael Diaz nos habló sobre las funciones del director de marketing. Un año da para mucho como hemos visto, pero esperamos poder seguir hablando sobre este apasionante mundo.

Nacimos con la misión de poder acercar el marketing a cualquier persona, sea del sector que sea, de forma que lo vea como algo asequible y poco farragoso. No cejaremos en nuestro empeño, pero seguimos necesitando vuestra ayuda a través de comentarios o de post invitados. ¿Estáis preparados?

Muchas gracias por un año espectacular, que esperemos superemos con creces al siguiente, lo que indicará que nos lo hemos seguido pasando bien, haciendo lo que más nos gusta.

Muchas gracias

Alberto Terol y Jaime Jiménez

La función del Director de Marketing

Rafael Díaz Cruz

C.E.O. en Euroconsult, Profesor Asociado de Marketing y Ventas en IE Business School, autor del blog www.managementcanalla.com

Por petición popular de uno de mis seguidores habituales (para salvaguardar su anonimato diré que su nombre empieza por B y acaba por elén Díaz-Urgorri….) me meto en este «fregao»….

Así como de ventas hay poco escrito (a los vendedores no nos gusta, en general, escribir demasiado) de marketing hay «cienes» y «cienes» de libros así que sería sencillo elegir uno muy genérico (como por ejemplo el de Philip Kottler), echarle un vistazo al índice y decir que cada uno de los capítulos son las distintas funciones del Director de Marketing.

Otra opción es buscar en internet, por ejemplo en wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Direcci%C3%B3n_de_marketing) donde podemos leer cosas como «La dirección de marketing es la aplicación práctica de las técnicas de marketing. Es el análisis, planeación, implementación y control de programas diseñados para crear, construir y mantener intercambios de beneficio mutuo con los mercados objetivo. El director de marketing tiene la tarea de influir sobre el nivel, el tiempo y la composición de la demanda de modo que pueda alcanzar los objetivos organizacionales»….. TOMA YA!!!!!

La tercera, que es una de mis favoritas, es preguntar a directivos, headhunters, empresarios, etc y ver que te cuentan.

Se mezcla todo, se le añade un poco de hielo (que con estos calores siempre viene bien) y nos sale un engendro donde aparecen en frases rimbombantes (y cursis) palabras como segmentación, pricing, mercados, mecanismo de compra, packaging, logística, comunicación, marca, publicidad…..

…… ¿No echáis de menos algo?????

Efectivamente nadie dice que la función fundamental del Director de Marketing es……VENDER!!!!!!

Breve inciso:
Ya oigo como muchos marketinianos se rasgan las vestiduras, patalean y se llevan las manos a la cabeza al ser «degradados» al nivel de esa gentuza que somos los vendedores….. algunos, incluso, están ya recogiendo firmas para pedir la inmediata clausura de este blog….

Sigo…. Efectivamente, como bien dice mi buen amigo Pedro Luis Rodríguez (uno de los tipos que más sabe de marketing en el mundo mundial. Podéis seguirlo enwww.marketingdestructivo.com) Nunca se puede perder de vista que vender es el objetivo.

Cuando un directivo de marketing se olvida de que el fin último de su trabajo es vender se convierte en un teórico capaz de definir y crearlos más espectaculares productos, establecer una estrategia de precios digna de un renombrado matemático, montar un sistema logístico ultrasofisticado o diseñar una campaña publicitaria brutal….. y que tendrá el problema de que sólo le gustará a él mismo (bueno, y a su madre, que las madres ya sabemos como son….) ya que ha perdido el foco en lo verdaderamente importante…El Cliente.

NOTA: Este post fue publicado originalmente en el blog Marketing Canalla:
Recomendamos encarecidamente seguir a Rafael en su blog. Provocador, irreverente, siempre interesante.

 

Le dejé porque roncaba. Lean start

Juan Núñez

Ingeniero Informático. Executive MBA IE Business School

Esta es la historia de Cuca y Ramón, tonta ella y tonto él. Se querían, o eso pensaban, pero es que no hay amor que resista los envites de tan sórdidos sonidos.

“Parece increíble. Nueve años de noviazgo. Tres años planificando hasta el último detalle de la boda. ¿Cuántos fines de semana sin salir ahorrando para nuestro nidito de amor? Y ahora, tras 3 semanas, 2 días y 19 minutos de convivencia, con 28 años, 7 meses y 3 días por pagar de hipoteca, no puedo con él: no soporto sus ronquidos. ¡Quiero el divorcio!”

“Ya me lo decía mi padre: ‘hijo, acaba la carrera y conoce mundo, ve de flor en flor y prueba distintos sabores’ pero yo no, erre que erre. Casi una década aguantando las gracietas del insulso de mi suegro y las paellas sin gusto de la pedorra de mi suegra, para que ahora, justo ahora que he perdido hasta la camisa con el maldito pisito, Cuca me salga con estas. Yo me voy para USA que al menos en la primera noche ‘pillas’ y ya sabes lo que hay…”

Real como la vida misma. ¿Cuántas veces hemos oído historias similares de parejas que tras empezar la convivencia se vuelven cada uno por donde vinieron? El relato puede parecer exagerado pero en la industria, a la hora de lanzar nuevos productos o servicios nos encontramos con situaciones muy semejantes. Y es que uno puede pasarse meses o años dándole vueltas y dedicando sangre, sudor -mucho- y lágrimas a aquel proyecto demoledor que iba a catapultar a la compañía y nuestra carrera profesional a límites estratosféricos para luego, a la hora de ponerlo en el mercado, darnos cuenta que o bien la competencia se nos ha adelantado o bien el mercado lo rechaza porque no lo asimila.

Asúmelo: el mercado no te quiere. O al menos no como tu te imaginas o como te decía tu abuela, así que más te vale que les des pronto lo que buscan o prepárate a sufrir. No quiero minusvalorar herramientas, técnicas o simplemente la intuición que algunos parecen tener para acertar con las necesidades de esa masa indefinida que es el “mercado” y, salvo que te apellides Jobs -y ojo que también tuvo sus fracasos en esta línea, y notorios- prepárate para fallar pronto.

Bienvenidos a Lean Start. Seguramente hayas oído este concepto en más de una ocasión pero la realidad es que cuanto antes lances un nuevo producto al mercado, antes podrás ver su efectividad. También es cierto que este concepto de Lean Start no es aplicable a todos los mercados y productos. Si estás en la industria farmacéutica, por ejemplo, deja de leer este artículo y ni se te ocurra lanzar esa vacuna contra la gripe sin que esté probada y reprobada. Si por el contrario crees que te puedes permitir el lujo de entregar tu producto de forma incremental quizás algunas de estas claves te puedan ayudar.

  • Prueba pronto el producto y su aceptación entre terceros.
  • •Vence el miedo al fracaso, muy típico por desgracia en nuestra sociedad que hace en ocasiones que alarguemos innecesariamente nuestros proyectos buscando atar todos los cabos posibles pensando en una justificación a futuro.
  • •Explota el “calentón creativo”. Se trata de gestionar la ilusión que, como el amor tiende a reducir su intensidad. Aprovecha la ola y termina una versión entregable de tu producto cuando todavía estés en la cresta.
  • •Da rienda suelta a la creatividad sobre la burocracia, pero ojo, no dejes que se desborde sin control o que un exceso de la misma te haga perder el norte.

Con todo esto, Lean Start ni es la panacea, tampoco se trata de redescubrir ahora la blitzkrieg, ni creo que pueda aplicarse a todas las situaciones ni entornos culturales. Ten también presente que no tiene porque ser barato, puesto que el esfuerzo invertido en el prototipado o en la compresión del tiempo para la creación de nuestro producto puede ser alto, pero aunque parezca más viable en ambientes como el de la prestación de servicios o el desarrollo de software, piensa en ejemplos como el iPhone o el iPod: ¿cuántas versiones llevamos y cuántas te has comprado?