Modelos Mentales

mental model modelo mental

“All models are wrong, some are useful. The practical question is how wrong do they have to be to not be useful.”

Estas sabias palabras fueron pronuncidas por una de las mentes más brillantes en el campo de la Estadística del S.XX, George Box, refiriéndose a que si bien ningún modelo científico es capaz de explicar la realidad con una fiabilidad del 100%, lo importante es que resulte útil a la hora de avanzar en el conocimiento.

Shane Parrish recoge esta afirmación de Box en uno de sus últimos posts en Farnam Street que recomiendo encarecidamente leer si deseas aprender a razonar mejor tus argumentos y profundizar en tus análisis de negocio.

Reconozco que me fascina el poder que tienen los «modelos mentales» como mecanismos que ayudan a comprender y explicar el funcionamiento del mundo real. En un mundo de «post-verdades» y argumentos débiles, disponer de un buen «fondo de armario» de modelos mentales me permite mejorar en mi toma de decisiones. Pese a que estos modelos no son nunca 100% ciertos, como dice el psicólogo y profesor de Harvard Daniel Gilbert «El mundo no se puede permitir el lujo de esperar a tener todas las respuestas antes de cursar una acción«.

Si quieres comprender mejor el mundo en el que desarrollas tu negocio, las causas que generan las consecuencias que observas a tu alrededor, te sugiero que dediques unos minutos a revisar la magnífica recopilación de modelos mentales que Shane Parrish ha recopilado en la siguiente entrada (link)

Deliciosa gimnasia para el cerebro…

A Rolex o a setas: Patrones y paradigmas

Bahía de Jávea

No podría decir el número de horas que he disfrutado con mi padre pescando pulpos en la bahía de Jávea (Alicante) en interminables días de playa. Armados con tan solo unas gafas de buceo y un tubo de respiración, peinábamos el fondo marino buscando a los escurridizos cefalópodos.

Al principio el proceso era infructuoso. Y es que ¿cómo encuentras aquello que no sabes qué pinta tiene? ¿cómo debía de ser la guarida de un pulpo? ¿debíamos buscar en el fondo rocoso o en los arenales? El perfecto mimetismo de estos animalillos con el entorno hacía complicado el poder detectarlos a menos que supiéramos reconocer algún patrón de búsqueda.

En algún momento mi padre dio con la clave. En la irregularidad del fondo marino, los pulpos suelen rodear las entradas a sus cuevas con una serie de conchas en un patrón circular. Resultan ciertamente sorprendentes ya que esa precisión geométrica rompe con la aparente aleatoriedad de la Naturaleza.

A partir de aquel día ya no buscábamos pulpos sino estructuras circulares formadas por conchas y piedrecillas. Una vez localizadas, el pulpo podía estar en la entrada de la guarida o a un radio de ella no muy amplio. De nuevo la clave era saber qué patrón debíamos buscar y en ese caso los ojos amarillentos del puplo eran la clave para reconocerlos escondidos entre algas y rocas.

El problema es que los humanos somos muy efectivos reconociendo patrones. De hecho estamos genéticamente programados para hacerlo, interpretando la información en base a modelos y referencias que ya tenemos. Pero en cambio, no somos tan hábiles generando paradigmas nuevos, disruptivos, rompedores. Cuando ponemos el foco en algo, somos tremendamente eficientes, pero perdemos de vista todo lo que no caiga bajo ese paraguas.

Me recuerda al viejo chiste en el que dos vascos están en un bosque buscando setas. De pronto, Chusmari encuentra un flamante Rolex de oro y alborotado, corre a contárselo a su amigo Patxi que le responde indignado: «Chusmari, ¿estamos a Rolex o a setas?».

Otro ejemplo simpático es el del siguiente vídeo: ¿Cúantos pases de balón eres capaz de contabilizar en esta secuencia)

SPOILER: ¿has sido capaz de ver al oso haciendo el «moonwalk»?

Al final, todos somos presa fácil del sesgo de la confirmación, tratando de encajar la información de manera selectiva de acuerdo a nuestras creencias.

En el desarrollo de negocio debemos de ser capaces de conjugar grandes capacidades en cuanto a mantener el foco y la disciplina en la ejecución, con una suerte de visión periférica que nos permita detectar paradigmas nuevos, cambios de modelos, nuevas necesidades de nuestros clientes, la entrada de nuevos competidores.

NOTA: Para aquellos defensores de los animales preocupados por la suerte que corrían los pulpos, les diré que no se preocupen, que tras pasar un rato en un cubo de agua entreteniendo a los niños de la playa, los devolvíamos sanos y salvos a su entorno natural. Nunca acabaron en la cazuela 😉

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