Cada cosa a su tiempo. O no.

Esquiar es un deporte que, principalmente, solo se puede realizar en invierno (al menos en España y si no contamos Xanadu como opción). Esta misma “problemática” la tienen todos los productos estacionales, en lo que hay que sacar la máxima rentabilidad de los mismos durante un periodo limitado de tiempo. Todo depende de  las circunstancias, pero en general, a pocos negocios les servirá para subsistir, o tendrán que generar un volumen de ventas que se balance con aquellos meses en los que se estará en blanco (sin actividad comercial).

Durante esta época de “barbecho” no quiere decir que las empresas con este tipo de productos estén de brazos cruzados, ya que es posible que se requiera empezar a prepara la siguiente campaña, con todo lo que ello significa. Aunque en paralelo, se está observando una tendencia de intentar dar una vuelta de tuerca a estos productos, de forma que pueden ser ofrecidos al cliente también fuera de temporada. Este podría ser el caso de las estaciones de esquí. Como se comentaba en la primera frase de este artículo, en España solo es posible esquiar durante algunos meses de invierno. Cada vez se exige más a este tipo de centros, con instalaciones mas modernas o centros de ocio como restaurantes, hoteles, bares,.. Obviamente toda esta infraestructura es cara de mantener, y las ventas producidas durante estos meses no es suficiente para hacerlas rentables. Por eso, han reinventado los servicios ofrecidos, ya que en verano también abren sus instalaciones, de forma que sus remontes mecánicos pueden ser utilizados por caminantes o ciclistas de montaña. Que aprovecharan la facilidad y comodidad de estos remontes, para la subida hasta altas cotas, para posteriormente realizar una excursión o realizar bajadas por las pistas y caminos existentes.

Otro caso a mencionar en el sector del turismo puede ser algunos de los resorts de las islas canarias (club la santa, playitas de Fuerteventura,…). En los que en los meses de enero a abril, no suelen abundar los turistas, ya que se encuentran recluidos en sus hogares por cuestiones laborales. Algunos de estos centros se han especializado en la concentración de deportistas de élite que aprovechan las instalaciones y las buenas condiciones climáticas para preparar sus temporadas deportivas (como es el caso de ciclistas, triatletas, regatistas,..).

Pero no todo es intentar dar una vuelta al producto para poder ser utilizado o comercializado los 12 meses del año. En otros casos la solución se encuentra en jugar con las temporadas estivales de los hemisferios. Muchos de los profesores de esquí de las estaciones que antes mencionábamos trabajan mitad de la temporada en Argentina y la otra en nuestro país. Caso similar a los guías de montaña o monitores de surf, buceo, patrones de embarcaciones de recreo,

El concepto del helado, aunque mayoritariamente se asocia al verano y al calor, se ha incluido también en menús puramente de invierno. Y aunque los volúmenes de ventas no sean exactamente iguales en ambas temporadas, por lo menos tienen un pequeño remanente durante todo el año. Concepto similar a las tiendas de ventas de uniformes escolares, en las que durante unos meses al año tienen su pico de trabajo, pero con ciertas ofertas y venta por goteo consiguen volúmenes de facturación todo el año.

Ampliamente es conocido que la rentabilidad en la comercialización de cualquier servicio o producto debe ser lo suficientemente buena, y si esto no lo conseguimos durante los meses típicos de oferta clásica debemos bien darle un nuevo enfoque al producto o pensar en la internacionalización del mismo. La pregunta es ¿es aplicable esto a todos los productos estacionales?

El deporte es beneficioso

Ya lo adelantaba Alberto Terol en un comentario de este blog. El deporte (en todos sus aspectos) se ha convertido en un negocio muy lucrativo. Esto no es novedad, ya que el fútbol por ejemplo es bien conocido por la cantidad de dinero que es capaz de mover. La fórmula 1, (si se aceptan los deportes de motor)  sería otro ejemplo del negocio lucrativo, basado en el patrocinio deportivo. Esta fórmula de publicidad es muy utilizada en deportes profesionales, donde un jugador o equipo, cede su imagen para ser embajador de esa marca (parte fundamental del Branding).

Pero en esta entrada me gustaría hablar del deporte popular. Para todos aquellos familiarizados con las carreras populares, algunos de estos temas no os resultaran raros. Es increíble como ha crecido este negocio. Si, hablo de negocio, porque antes eran eventos deportivos, pero ahora estas citas se han convertido en auténticos negocios. Obviamente no mueven el mismo dinero que puede mover el fútbol. Pero en relación, es posible que su crecimiento se haya multiplicado muchísimo más. Todas las marcas deportivas patrocinan alguna carrera, o si no están presentes de alguna forma. Pero no solo tienen cabida las marcas deportivas, es un negocio bastante amplio, ya que el sector sanitario, seguridad, hostelero, sector de alimentación o de seguros también se benefician. Podemos hablar de «pequeñas carreras locales», las cuales tienen lugar normalmente los domingos por la mañana. En ellas se dan cita entre cinco y diez mil corredores en la salida. Pero, en la meta el número de personas se duplica (familiares, voluntarios, espectadores, personal de las marcas patrocinadoras,…) También hay eventos mayores, por ejemplo los Maratones (Madrid, New York, Londres..) o la San Silvestre Vallecana, donde pueden llegar a participar mas de 50.000 corredores. Y donde la presencia de diferentes medios de comunicación (gráficos, TV, radio, periódicos, revistas especializas y generalistas, …) está asegurada.

Aunque el triatlón sea un deporte mucho más minoritario, también se ha sumado a este crecimiento masivo. El número de pruebas de multiplica por la geografía, y no solo de España sino de Europa.  Son pruebas con bastantes menos participantes, pero inscripciones más caras. Además en las que suele existir alguna noche de pernocta de por medio. Uno de los ejemplos más claros es el Ironman de Lanzarote, el cual tiene un impacto económico en la isla de varios millones de euros , lo que supone una inyección económica muy importante para sus habitantes. Pero pruebas menos mediáticas como el mundial de triatlón de larga distancia generó hace un par de años 1, 2 millones de beneficios

Las marcas deportivas quieren estar presentes en estas grandes citas deportivas. Puede que el patrocinio de la prueba sea una de las formas, pero no hay que olvidar que los atletas suelen portar también sus marcas (mucho más visibles en los profesionales o en los clubs). Además estas citas cuentan con lo que se llama la feria del corredor. No es más que una feria que se realiza los días de antes, donde las marcas muestras sus últimos productos, (o intentan deshacerse del stock restante de otras temporadas) a precios muy atractivos. Pero, ¿quién se beneficia más de estas pruebas, marcas deportivas u otras empresas de forma indirecta? Supongo que depende de la prueba, pero en grandes concentraciones,  hoteles, restaurantes y agencias de viajes hacen buena caja. Por no hablar de fisioterapeutas, nutricionistas, empresas de seguros (médicos o de viaje), o cualquier otra entidad.

El deporte es beneficioso por lo tanto, tanto para las personas que lo practican, como para las empresas. Se ha visto que es un foco de dinero importante. Pero recordemos que el deporte es deporte, y aunque se quiera dar espectáculo no debemos convertirlo en un circo (aunque sea irresisteble la idea de monetizar este tipo de eventos).

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