Me quito de facebook. ¿Ha tocado techo la reina de las redes sociales?

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Las redes sociales llegaron para quedarse, como podemos ver en nuestro día a día. Existen grandes redes sociales genéricas como pueden ser Facebook, Twitter o Instagram, donde es posible encontrar contenido de todo tipo. Pero existen otras mucho más especificas, de nicho, con temáticas más concretas. La más conocidas por todos puede ser LinkedIn, pero hay otras muchas como Doximity (plataforma americana para la comunidad médica), Strava (plataforma para deportistas) incluso redes sociales para otras profesiones o hobbys como la cocina, bricolaje o idiomas.

A lo largo del tiempo se ha visto que hay un patrón común en como estas redes crecen y se desarrollan. El foco inicial en sus orígenes en la adquisición de nuevos contactos, y todas sus métricas (lo que ahora se llaman métricas de vanidad) están basadas en estas métricas basadas en números absolutos. Las financiación que obtenían se venían reflejadas por como estas plataformas eran capaces de aumentar su base de datos, sin tener en cuenta otros parámetros.

Pero obviamente el debate en como monetizar este potencial. Desde el principio estas empresas tenían una misión y visión clara que era establecer lazos de unión entre diferentes personas con cierta relación (profesional, personal o de interés común en un tema concreto) para crear comunidades y poder compartir información. Estaba claro que el objetivo parecía conseguido, pero los inversores no veían retorno de inversión, incluso los financieros de las plataformas se las veían y deseaban para demostrar como de sostenible era el modelo. Muchas discusiones (y no me quiero imaginar cuantas reuniones y sesiones) después, el modelo giro, sobre todo en el caso de Facebook, hacia la publicidad. Facebook se convirtió en la mayor plataforma publicitaría del mundo, con un potencial increíble. Los algoritmos para mostrar ciertos feeds (o contenido), y relevancia de las marcas cambiaron para ajustarse a ese modelo de negocio.

Todas las empresas vieron el filón, y el auge de la publicidad en redes sociales aumento de forma exponencial. Entraron en juego nuevos actores y nuevos sistemas (DMP, programática, brokers,..). Pero para que tuvieran éxito de verdad, y sobre todo conseguir que el impacto de los anunciantes fuera el deseado, había que conseguir aumentar el tiempo de estancia en la plataforma por parte de los usuarios. Mantener el balance adecuado entre publicidad y seguir con el objetivo inicial de crear comunidades se volvió en la prioridad. Al final sin usuarios, la plataforma perdería su valor.

Las estrategias de comunicación están incluyendo ampliamente este tipo de tácticas, de forma que las redes sociales es una de las principales formas de redirigir tráfico. Llamar la atención del usuario de la plataforma, para impactar con la información que los anunciantes quieren hacerles llegar se ha convertido en la piedra angular. Crear contenido llamativo, de donde surgieron los famosos virales, crear noticias impactantes que hicieran que el usuario quisiera seguir informándose más.

Pero como siempre, encontrar agujeros en el modelo, o usarlo para usos que no están pensados inicialmente, siempre es el siguiente paso. No solo en la prensa especializada, sino en los telediarios, se han hecho eco del escándalo de las fake news, que por ejemplo tanto impacto en las última campaña presidencial norteamericana. La forma de utilizar la plataforma, para cambiar (o intentar) la opinión de los ciudadanos es un uso mal intencionado. Y este tipo de problemas serán los que Facebook, en este caso, tendrá que afrontar.

Este no ha sido el único caso doloroso que ha tenido que afrontar la gran red social americana. Su escándalo de fuga de datos, o de venta de los mismos a entidades sin permiso de sus propietarios, los usuarios de esas plataformas, han inundado también primeras hojas de todos los medios. Está claro que Facebook está en mitad de una crisis.

Varios de los puntos mencionados en los párrafos de arriba han desatado una crisis en Facebook. Tiene que reaccionar rápido sino quiere empezar a tener problemas de revenue. No es la primera vez que oigo o leo, de amigos o conocidos: «yo ya me he quitado de Facebook«. Posiblemente hayas leído contenido similar, explicando las razones. Facebook ha sido diseñado para atraer y mantener en la plataforma cuanto más tiempo mejor. De hecho el objetivo principal es subir esos minutos que los usuarios pasamos conectados, ya que habrá mas posibilidades de impactarnos con diferentes marcas y conocer mejor nuestro comportamiento. Muchos de los usuarios están cansados de este gran hermano publicitario, pero también quieren darle mayor prioridad en su vida a otros aspectos, en vez de pasar gran parte del día (unos 40 minutos al día de media según últimos informes) que cotillear que publican algunos de sus contactos en su muro. Esta es una ola que está cogiendo cada vez más tracción, y el impacto en el numero de usuarios, y sobre todo en el engagement de los usuarios (ya que simplemente dejan de utilizar la plataforma, pero no dan de baja su perfil) empieza a preocupar a la empresa californiana.

La crisis, se ve incrementada por la perdida de confianza a nivel global en la gestión de datos. Aunque la misión de la empresa ha sido descrita como la de posibilitar la creación de comunidades de usuarios que intercambien información, la realidad que muestra el modelo de negocio es que se trata de una plataforma publicitaria. Los datos fluyen constantemente y el comportamiento se registra a cada golpe de ratos. Muchas entidades externas, incluso tribunales, han empezado a pedir responsabilidades a Facebook. La cual ha respondido, en ocasiones con términos vagos. Y ha concluido en el giro de la estrategia para reaccionar a cada nuevo problema y arreglarlo, pero sin dar una visión de que es lo que quieren hacer a largo plazo, desde el punto de vista del usuario.

En un artículo anterior se habló sobre el caso de Cambridge analítica y también se ha explicado como afecta, o mejor dicho, como protege la GPDR a los ciudadanos frente a las nuevas tecnologías. Esperemos no ver nuevos escándalos de fuga de datos, aunque me temo que si no es por parte de Facebook, lo será por alguna otra. Pero mirando el caso que nos ocupa ahora la pregunta es: ¿será Facebook capaz de soporte otro incidente como estos? ¿Conseguirá reenfocar su misión/objetivo, siendo rentable, pero convenciendo a los usuarios? ¿Ha tocado techo la reina de las redes sociales?

Un mar de siglas (II)

Si hubiéramos pensado en crear una campaña online para promocionar nuestro producto, tendríamos que seguir los siguientes pasos:

  • Definir una estrategia SEO, optimizando los resultados de los buscadores (google principalmente). Es la parte más complicada, que requiere conocer palabras clave, optimización del código de la estructura web,…

 

  • Decidir si implantaremos SEM, que nos aporte publicidad en diferentes puntos de la web. Lo más habitual son los Adwords.

Hay cientos parámetros que tenemos que tener en cuenta también, como son:

Lo primero sería saber cuantas veces va a aparecer nuestro anuncio en la web. Normalmente múltiplos de 1000, por lo que hablaríamos del CPM (coste por mil apariciones o impresiones), el CTR nos medirá el porcentaje de veces que alguien lo visitó frente al numero de impresiones lanzadas (. Tendremos un coste por cada click (CPC)  y puede tener relación con una variable de calidad llamada QS. Esta ultima métrica indicará la calidad de nuestra web y es directamente proporcional a nuestro éxito.

Pero en este mundo digital, han aparecido las empresas de medio que nos ayudan a conseguir clientes mediante diferentes campañas. Podemos introducir el CPL, llamado coste por lead. Será lo que nos cobre la agencia por cada lead o cliente potencial que nos envíen, mediante una campaña generada a tal efecto.

Cualquier de estas intervenciones pueden ser mediante una web, un blog, o una red social.  Cada una de ellas se suele utilizar con fines diversos. Nuestra web será nuestra plataforma principal, donde tengamos información, puede que tienda online, y será donde debamos invertir más recursos para tener un buen escaparate de cara al cliente. Las redes sociales servirán para darnos a conocer, pudiendo ejecutar diferentes campañas utilizando diferentes herramientas disponibles (video virales en youtube, microsites en facebook, servicio online en twitter,..). Los blogs por su lado, suelen tener un carácter más informal, con información detallada sobre un asunto, y posiblemente sea un foro de discusión para una comunidad. Todos estos componentes son individuales y complementarios. Cada uno tiene su objetivo, que ayudará a cumplir las misiones de los otros, si interactuan entre ellos como deben.

Por cada campaña se podrá hablar del ROI, es decir, del retorno de la inversión. Como todos los elementos están totalmente interconectados y la tecnología existente lo permite, podemos medir su eficacia. Este concepto no es nuevo, pero si se hace más interesante, ya que es mucho más fiable, y fácil de medir.

Efectivamente es un mundo nuevo, que ha llegado para quedarse, con el que tenemos que convivir, e intentar sacar el máximo provecho posible. Debido al gran potencial que tiene, debemos seguir invirtiendo tiempo para entenderlo y ser participe. Por que no estár al 100%, no servirá de nada.

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