Sino tienes el equipo perfecto, no lo conseguirás

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“Trabajar en equipo divide el trabajo y multiplica los resultados”, Anónimo.

Año nuevo, nuevo presupuesto y nuevos retos. Es época de mirar que tenemos por delante este nuevo año, y para ello debemos revisar nuestro equipo. No solo en cuanto a número de recursos, sino también en cuanto a capacidades y formación. Es un momento magnifico para desarrollar la carrera profesional en este área. Nunca en la historia han ocurrido tantos cambios tan rápido. De hecho, somos incapaces de absorber todos ellos, y seguir avanzando sin tropezarnos. Por eso es imprescindible contar no solo con los recursos correctos en el equipo, sino también esos recursos deben tener las habilidades que se requieren para triunfar con los proyectos que tengamos entre manos.

Cada empresa es completamente diferente, y cada equipo no tiene nada que ver con el resto. Por lo que no me gustaría hablar de puestos concretos, sino de que tipo de competencias debemos tener en un equipo de marketing. Estos pueden ser cubiertos por una persona o por todas. Lo importante será como nos distribuimos las tareas, funcionando como un equipo, y no como individuales que trabajan en la misma habitación.

No podemos pretender cambiar la forma de trabajar de la compañía entera para adecuarnos mejor a esta era digital, pero si podemos empezar por nuestro equipo. No es la primera vez que hablamos de agilidad, de flexibilidad, de centricidad en el cliente, de ser data-driven… Todo esto tiene que ser puesto en valor y en marcha, así que ¿porque no probamos en nuestro equipo este año?.

Análisis de datos: los datos es el oro de nuestra época, pero como he comentado en alguna otra ocasión que lo importante no es el propio análisis de eso datos, sino las conclusiones que podemos sacar de los mismos. O la validación de las hipótesis que podemos realizar gracias a los más sofisticados modelos de predicción utilizando estos datos. Por estos motivos, utilizar datos como base en cualquiera de nuestras iniciativas será elemento diferenciador. Entender los datos nos dará una ventaja y nos guiará en como actuar. Esta competencia se está haciendo mucho más importante, y compleja.No se trata de analizar datos para ver que ha pasado en el pasado, sino intentar predecir que pasará en el futuro, utilizando fuentes de datos propias y externas

Creatividad: Aunque la tecnología está comiendo mucho terreno, no debemos olvidarnos de la creatividad. en marketing suele está asociada a las personas que idean los anuncios, pero creo que es mucho más que esto. La creatividad debe estar en todo lo que hagamos. Creatividad está, o debería estar, completamente unida al concepto de innovación.Debemos intentar pensar desde otro punto de vista, y sobre todo cuando hablamos de contactar con el cliente, hacerlo de forma ingeniosa para conseguir destacar y hacerle llegar nuestro mensaje. La creatividad es imprescindible en la resolución de problemas. Vivimos en un entorno muy dinámico y muy cambiante. Muchas veces los cambios nos alcanzaran pero otras ocasiones seremos nosotros quien los provoquemos.

Tecnología: No es un secreto que el mundo del marketing se ha modernizado y necesita de la tecnología. Dicho de otra forma, la tecnología está totalmente integrada y existen multitud de plataforma que ayudar a conseguir nuestros objetivos. Por este motivo es necesario ser un usuario activo de estas tecnologías que se utilizan a diario en los equipos de marketing (plataformas de marketing automation, CRM, redes sociales, editores web,..). Pero debemos pedir a los miembros de nuestro equipo un paso más, no solo ser usuarios activos, sino entender como funcionan estos sistemas (a alto nivel) para saber como sacar el máximo provecho de los mismos, pero también para poder interactuar con los equipos de tecnología para seguir evolucionando el portfolio de herramientas.

Mentalidad digital: lo digital es otra de las características que debe estar en el ADN de todos los empleados, especialmente en el área de marketing. Esto va mas allá de emails, web o redes sociales. Consiste en comprender bien a la nueva sociedad, como contactar con nuestros clientes y saber como gestionar este mundo digital en el que vivimos. Lo digital convive con lo analógico, por lo que además de ser expertos en lo digital hay que ser expertos en lo analógico. Nuestros clientes viven en ambos mundos y nosotros debemos controlar esas dos dimensiones también. Si nos quedamos en uno de los dos lados, nos estaremos perdiendo una parte importante.

Innovación: Este no es un concepto único del mundo del marketing, pero si que tiene un impacto muy grande. La innovación debería estar en el DNA de cada uno de los integrantes de la empresa. En marketing es importante, ya que debemos intentar ir un paso por delante del cliente, saber como solucionar sus problemas, integrar nuevas tendencias, adelantarnos al mercado.. Innovar o morir.

Estrategia: debido a que el marketing tiene o empieza a tener un peso muy grande es la agenda de la alta dirección, el equipo no se puede permitir el lujo de trabajar de forma asilada. Debemos tener una dirección concreta (la corporativa) y apoyar con nuestras iniciativas para conseguir esos objetivos. Tener en cuenta la gran foto, para saber como priorizar nuestras iniciativas, o como enfocarlas de forma correcta para evitar ir contracorriente.

A todo esto tenemos que añadir los conocimientos específicos como gestión de eventos, manejo de webs, email marketing, gestión de redes sociales, preparación de material comercial y promocional. Todo junto nos dará el equipo ganador. Es cierto que la norma es tener problemas con los recursos (estar infradotados), pero esa pueda ser la nueva normalidad. Debemos aprender a priorizar juntos como equipo, teniendo en cuenta la estrategia, y por eso es importante confiar en el equipo y poder delegar en el mismo. Los equipos pequeños son mas productivos, y más flexibles. La forma de trabajar agile encaja mejor con esta estructura, por lo que pensemos que cambios debemos realizar para conseguir esa eficiencia.

La revolución de la innovación, ética.

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La innovación ha ido íntimamente unida al ejercito, al menos si hablamos de los siglos pasados. Los gobiernos poseían grandes riquezas, que intentaban agrandar mediante la confrontación (incluso bélica) con otras naciones. Como parte de este ejercicio de demostración de superioridad, el ejercito se vio beneficiado con grandes sumas de dinero, con el objetivo de desarrollar nuevas herramientas que hicieran más fácil y efectiva estas confrontaciones. Como ejemplo de ello podemos citar el GPS, el radar o los drones. Todas estas, y otras tantas invenciones pasaron al lado civil con otros objetivos. Sin embargo, la innovación por lo general ya no está subvencionada por goviernos, y ejércitos. En gran parte de tratan de iniciativas privadas, impulsadas por empresas o consorcios de empresas, que tratan de mejorar su forma de operar.

Es cierto que todas nuestras vidas se ve beneficiada (en gran parte) por muchas de estas invenciones, y por lo tanto la innovación está bien vista. Sin embargo debemos ser cautos, y pensar siempre en el largo plazo. Si retrocedemos hasta la revolución industrial (siglo XVIII o XIX, dependiendo de los países), pensamos en la máquina de vapor. Este instrumento sirvió para mejorar no solo los transportes, sino que fue empleado en diferentes fábricas de diversas industrias para optimizar los procesos productivos. Sin embargo, este gran invento tuvo problemas similares a los que afrontamos actualmente con la contaminación. Para que estas máquinas funcionaran era necesaria la combustión de carbón (inicialmente madera) que generaba CO2 libre en la atmósfera. Actualmente seguimos luchando con la siguiente generación de estas máquinas, es decir los motores de explosión interna, cuyos combustibles son gasóleo y/o gasolina (entre otros).

La innovación actualmente corre mucho más rápido de lo que lo ha hecho nunca. Las nuevas tecnologías están ofreciendo soluciones a problemas de nuestra sociedad. No es descabellado hablar de drones (aeronaves no tripuladas por personas) para el reparto de bienes de consumo, la visualización de espacios no existentes o lejanos mediante la realidad virtual, consumo de información adicional mediante dispositivos de realidad aumentada, algoritmos de predicción de comportamiento o de preferencias basados en inteligencia artificial o la edición genética mediante la novedosa técnica CRISPR. Este último es un gran ejemplo en el que me gustaría pararme por un momento. Esta novedosa técnica, permite editar el código genético (incluso el humano) mediante un par de pinchazos con una jeringuilla. Es tan potente, que podríamos curar ciertos tipos de cáncer, o eliminar ciertas de enfermedades al poder «programar» el ADN a nuestro antojo. Pero el peligro viene de la falta de limites, porque la elección del sexo del niño en casos de embarazo, incluso de elección de características físicas (color de ojos, cabello, estatura) haría posible los bebes a la carta.

Siguiendo con la bioingeniería, muchos habréis visto la fabricación (incluso con impresoras de 3D) de prótesis artificiales para personas amputadas  de ciertos miembros (brazos, piernas, manos). Incluso se ha llegado a imprimir órganos humanos como corazones o pulmones. El riesgo existente es parecido, ya que podríamos elegir a la carta que es lo que queremos, o incluso porque no poner una prótesis con varias manos que me permita hacer más cosas a la vez.

Estos debates todavía no han saltado ampliamente a la voz pública, aunque si lo han hecho los relacionados con la inteligencia artificial. Nacida en los años 70, esta disciplina trata de dotar a las maquinas de cierta inteligencia, tratando de emular la forma de pensar en la que lo hacemos los humanos, pero aprovechando la capacidad de almacenamiento de datos y la potencia de computación de los ordenadores. En los últimos dos o tres años, nos hemos visto rodeados de artículos programados de esta forma que nos facilitan la vida. Las aspiradoras inteligentes (iRobot), los asistentes personales tipo Alexa, Siri y compañía que mediante técnicas de reconocimiento de voz atienden nuestras peticiones o los algoritmos de recomendación en multitud de páginas web (Amazon como gran ejemplo). Pero si esperamos uno poco más tendremos los coches autónomos en las calles, incluso los drones de reparto de la compra. De momento, contamos con asistentes que interactuan con nosotros cuando tenemos dudas y llamamos a un servicio de atención al cliente o utilizamos una web (mediante un Chatbot). Obviamente, no podemos dejar de citar ejemplos concretos del mundo del marketing como los algoritmos de Lead Scoring que nos ayudan a predecir el comportamiento de los potenciales clientes, los motores de recomendación de nuestras plataformas ecommerce, los algortimos de predicción de eficacia de ciertas campañas, o algunas de las técnicas de clasificación predictiva que nos ayudan a entender mejor ciertos comportamientos de mercados y segmentos de cliente.

Pero paremos un momento. Aunque el objetivo inicial parezca correcto, no podemos olvidar que no siempre es así. Es importante tener espíritu critico y saber exactamente que es lo que tenemos entre manos como responsables de algunos de estos proyectos. Es posible que estemos creando algoritmos que sin querer promuevan actitudes a erradicar (racismo, discriminación,..) ya que recordemos que los datos con los que se entrenan estos algoritmos son fundamentales en el diseño final. Pero si pensamos en los casos mencionados más arriba sobre bioingeniería todos podemos estar afectados (al ser parte de esta sociedad) por algunos de estos casos.

Estoy muy de acuerdo con que se promuevan las material que en inglés se denominan STEM – Science, Tecnology , Engineering and Mathematics (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), pero me parece fundamental no perder de vista las humanidades. Podemos llegar a programar a las máquinas y dotarles de todo el conocimiento técnico que queramos, pero será nuestra misión velar por los principios, juzgar que es correcto y hacia dónde queremos ir. Tener una sociedad totalmente tecnificada nos hará perder ese sentido de la razón, que tan necesario es. Tenemos por delante unos retos inmensos, tenemos que ser capaces de seguir innovando. La innovación es lo que nos hace seguir adelante como empresas, como personas y como sociedad, pero no olvidemos el objetivo y los valores que queremos conseguir. Desde el punto de vista técnico, todo o casi todo es posible, pero tenemos que saber donde poner los límites.

Contamos con el problema de que la legislación va muchos pasos por detrás de la innovación (hemos visto un pequeño ejemplo hace unas semanas con el conflicto de Taxi y los Cabify/Uber). Por lo que tenemos que poner nuestros propios medios. Tenemos que hacernos responsables, y tomar medidas. Algunas empresas como Salesforce, han nombrado responsables del uso ético y tecnológico de sus plataformas. Es la mejor forma de alinear productos, valores e innovación centrada en el cliente. Pensemos entre todos como dar una respuesta ética e innovadora a los problemas existentes.

 

Las preocupaciones principales de la dirección

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Hay una cosa que está clara, y es la confusión general en cuanto al futuro, que está potenciado por la gran velocidad a lo que el mundo se mueve y transforma. Vivimos en una época de cambios, al igual que lo fue la revolución industrial (o la cognitiva, agrícola). La gran diferencia es la gran velocidad a lo que se están produciendo estos cambios. Algo nos dejo entrever la llegada de Internet, que fue el precursor de esta época digital que tantos nuevos retos nos está dejando.

Las empresas están compuestas por personas, que tienen relaciones comerciales con otras personas (ya sean individuales o empresas formadas por otras personas).  Si pensamos desde nuestro yo individual, ciudadano o consumidor, podemos pensar en varios miedos que todos compartimos. Muchos de ellos, están reflejados en las empresas y están afectado a sus actividades. Como he dicho en alguna otra ocasión, lo que tenemos que hacer para adaptarnos a esta nueva situación es aprender a aprender y desaprender. En eso consiste la innovación, y el desarrollo de negocio actual. Habrá que cuestionar el orden establecido, para ver como podemos afrontarlo, y encontrar soluciones. Todas aquellas empresas que sigan gestionando su negocio de la forma tradicional corren el peligro de perder a esos clientes a los que no son capaces de convencer porque otras empresas han sido más rápidas o porque la solución ofrecida tiene un valor añadido superior. La innovación debe estar integrada en la forma de gestión y evolución de cualquier empresa, y por lo tanto en sus empleados (siendo algo que tiene viajar desde la dirección al individual, y al contrario).

Existen ciertos retos a los que personas, y empresas (como conjunto de personas) tienen que plantar cara. Se habla mucho de la desaparición del B2B o el B2C, porque deberíamos hablar de H2H (human to human). Es decir, humanizar mucho más el trato y la relación comercial de las empresas. Obviamente este tema requiere un post aparte, pero quedémosnos con el mensaje principal de la humanización, y trato personal y humano para el análisis de los siguientes  puntos:

  • Crisis de confianza. Debido a la gran velocidad a la que las nuevas tecnologías se está desarrollando, se ha creado un estado general de confusión en la población, ya que no somos capaces de asimilar ni comprender cual puede llegar a ser su posible impacto. Por otro lado, la legislación va varios pasos por detrás, lo que hace crear un estado de inseguridad. Hemos visto varios casos en los últimos meses como el impacto de Facebook, lo que parecía una red social para cotillear fotos de amigos y conocidos. Y sin embargo ha sido capaz de demostrar el impacto que puede tener incluso en elecciones presidenciales de diferentes países. No hay discusión ninguna sobre el papel que la tecnología juega en nuestras vidas (personales y profesionales), por lo que como empresas deberíamos tomar parte y decidir que papel queremos que juege esta tecnología y que papel queremos jugar nosotros con respecto a ella. De forma que consigamos sacar un beneficio, dando un valor diferencial y consigamos aportar a nuestros clientes esa confianza que se merecen mediante una postura clara y una integración transparente y responsable de la tecnología en nuestro negocio.

 

  • Crisis humanitarias y económicas: Cada vez vemos más crisis humanitarias en diferentes partes del mundo. Cada vez son más virulentas, y parte del planeta vive bajo el umbral de la pobreza, incluso pasando terribles hambrunas y sequías. Y en el otro lado del planeta hablamos de los valores de la bolsa, y otros parámetros económicos que impactan en la forma de vida que tenemos. Estilo de vida que está cambiando, con los modelos de negocio por suscripción, lo que indica que en esta parte del mundo no queremos poseer objetos, sino queremos tener experiencias. Viendo todo estos con perspectiva, las empresas tienen que pensar en como poder adaptarse a los nuevos modelos de vida que existen en países desarrollados, para poder aportar esas experiencias. Pero por otro lado, como ciudadanos, y por lo tanto como empresas, hay que pensar  el posicionamiento, incluso ¨activismo¨frente a estas crisis de ciertos paises en necesidades. Hay ejemplos de muchas empresas que han decidido tomar parte, mientras siguen con sus actividades. O mejor dicho, como sus actividades pueden ayudar a paliar todas esas crisis, en cualquier parte del mundo.

 

  • Crisis medioambiental. El calentamiento global y otros efectos medioambientales están afectando a todo el planeta y da igual donde señalemos. Pensemos en las olas de frío (sin in mas lejos la que sufrió el centro de Estados Unidos), las olas de calor, los efectos que están sufriendo los mares con los plásticos, o la contaminación que se come las grandes ciudades. Como empresas, y como ciudadanos, todos somos culpables y responsables, por lo que estamos obligados a buscar las soluciones que estén en nuestras manos. Puede que tengamos que pensar en un rediseño de nuestros productos, en nuestro modelo logístico o el gasto de nuestras instalaciones. Los beneficios no solos los notaremos todos, sino que también pueden venir en forma económica, si los clientes apuestan por nuestro modelo.

 

  • Crisis personales: como pueden ser la inmigración, o incluso los problemas en las relaciones entre grupos de personas (llámense Brexit, guerra comercial entre China y Estados Unidos de América, ..) o las diferentes crisis en grupos minoritarios (comunidad LGTB, movimiento #Metoo, individuos con discapacidades,..). No es raro ver en prensa o televisión noticias relacionadas con cualquier de estos temas. Como he comentado antes, las empresas están compuestas por individuales, que puede que ellos (o cualquier otro conocido) estén pasando por algún problema de este estilo. A ninguno nos gusta ver que alguno de los nuestros está pasando por un mal momento, y si es así intentamos ayudar en lo posible. Si queremos humanizar más las empresas, debemos plantar cara a estos problemas desde este ángulo, ya que podemos tener mucha más visibilidad. Además si conseguimos que los empleados estén más cómodos, podrán centrarse mejor en sus tareas, que es servir mejor al cliente. Formaremos un circulo, en el que ganamos todos.

 

  • Perdida de empleos: en gran parte por el desconocimiento del impacto de la inteligencia Artificial. Hay muchas voces críticas sobre la inteligencia artificial y la automatización de procesos. Algo similar paso con la llegada de la maquina de vapor, o la producción masiva de bienes. Es cierto que la llegada de los famosos algoritmos (deep learning, machine learning,..) es muy reciente, y en muchos casos no sabemos cómo puede ayudar a nuestro negocio y por tanto a nuestros clientes. Pero también es cierto, que la desaparición de muchos empleos basados en tareas rutinarias o operacionales es clara. Pensemos por un lado como estas nuevas tecnologías pueden ayudar a ofrecer un mejor servicio a nuestros clientes y por otro lado, como promover la transformación de nuestros empleados, para que puedan ocupar alguno de los nuevos puestos (incluso de esos que todavía no sabemos ahora que existiran). Es cierto que algunos empleos se destruirán, pero no sabemos cuantos nuevos puestos pueden llegar a crearse. Nadie nos dijo que hace 15 o 20 años que la llegada de Internet crearía tantos puestos de trabajo, y sin embargo lo veíamos como un riesgo o amenaza.

 

Los directivos tienen muchos frentes abiertos. Sus funciones también han cambiado, o tienen que cambiar. Hay muchos imágenes corriendo por las redes sociales sobre la diferencia entre un líder y un jefe. Esta es una gran pista por donde van los tiros. La dirección tiene que servir de inspiración y tiene que dar una dirección estratégica clara, para poder afrontar el futuro de la mejor forma posible.

«10 Years challenge» para Uber y Cabify

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Como suele pasar en las redes sociales de vez en cuando, algo se vuelve viral. Esta vez ha sido la comparación gráfica (mediante fotografías) del aspecto de una persona/objeto/lugar hace 10 años y otra actual. Me parece una buena forma de analizar uno de los temas de actualidad más interesantes, ya que toca el mundo del marketing, la innovación y el desarrollo de negocio.

No hace falta estar metido en el mundillo de las startups, ni el corporativo para ver el gran impacto que han tenido Uber, Cabify, Lyft, Blablacar u otras empresas de este estilo sobre el sector del transporte, y concretamente en el taxi. Es otro de los temas de actualidad que se pueden ver en la televisión, ya que hay una guerra abierta entre estas empresas, el gremio del taxi y el gobierno (que está mediando e intentando regular mediante aplicación legal)

Conviene echar la vista atrás, ya que precisamente fue hace 10 años cuando nació Uber (el resto vendría unos cuantos años después). Lo que parecía como otra idea loca de algunos iluminados de San Francisco (California, Estados Unidos), al final ha sido una de las mayores revoluciones en los patrones de consumo de muchos ciudadanos de grandes urbes donde estas empresas operan. Su expansión, en nuestro país, está costando debido a este enfrentamiento con el sector de taxi. Sin embargo en otros lugares su uso está normalizado y conviven con otros gremios. No hay nada más típica que la imagen de un taxi en New York o incluso en Londres (los famosos Cabs). Y precisamente estas dos ciudades, entre otras, son grandes ejemplos de como la innovación se ha acomodado en la sociedad y los actores existentes (taxis) deben afrontarlo. Por que en el fondo, quien está presionando para que estas empresas se establezcan, no son las directivas de las mismas (que por supuesto tiene interés y aprietan lo suyo), sino que es una petición directa del cliente. El cliente, los ciudadanos, son los que empezaron a utilizar estos servicios, vieron los beneficios que les aportaban y se convencieron que era lo que querían. Tienen cierta similitud a ciertas otras nuevas empresas que están rompiendo moldes, y llegan con modelos de negocio diferentes, en mercados ya existentes.

  • Conveniencia: las nuevas tecnologías traen muchos beneficios, y también soluciona algunas de las necesidades que los clientes piden. La aparición de smartphones y las apps (aplicaciones) han conseguido que el cliente puede obtener lo que desea sin moverse.
  • Inmediatez: Uno de los cambios de patrones de comportamiento que están cambiando es la inmediatez. El cliente quiere un servicio y lo quiere ya, no quiere esperar. Por medio de la aplicación (app) se puede realizar la petición, y en cuestión de minutos, estaremos montados en el vehículo (aunque como es lógico dependerá de la localización y hora del día entre otros factores)
  • Información en tiempo real: otra vez las nuevas tecnologías nos brindan una funcionalidad que aporta valor al cliente. Estas empresas, mediante las aplicaciones, ofrecen localización en tiempo real de los vehículos, a la vez que información validada sobre el conductor.
  • Pago electrónico: no es un secreto el auge de los medios de pago electrónicos y, por lo tanto, el decremento del pago en metálico. La asociación a una cuenta bancaria o tarjeta de crédito/debito hace que el cliente se desentiende de realizar esta transacción monetaria durante el servicio

 

La experencia de cliente es totalmente diferente, y es algo que están nuevas empresas han mirado muy de cerca, cuidando muchos de esos detalles. Por otro lago, el sector del taxi ha seguido aportando por su madurez y estabilidad en el sector. Pero los hechos han demostrado que esa experiencia de usuario cuenta. No solo durante el momento del servicio (el translado) sino como se intregra el online-offline.

Vivimos en la era marcada por la rapidez en los cambios que se están produciendo. La gestión del cambio se vuelve fundamental, y de esto somos todos responsables. Podemos luchar contracorriente contra los nuevas empresas o tecnologías. Pero estaremos malgastando el tiempo, ya que es un tren que no va a parar. Y podemos ver el caso de Amazon u otros tantos. Si estas nuevas empresas, que operan bajo un diferente modelo de negocio, están triunfando, o por decirlo de otra forma, avanzando y consiguiendo un mayor número de usuarios día a día, tendremos que pensar por que es. Como he señalado varias veces en este blog, no podemos seguir dando pasos sin contar con el cliente, ya que sino, el no contará con nosotros. Y como me gusta decir, una empresa sin clientes, no existe.

El cliente ha avanzado, ha evolucionado, y tiene otras necesidades o requerimientos. Es cierto que ciertos aspectos tienen que estar regulados (como paso con la gestión de ingresos y pago de impuestos, mediante las licencias VTC). Posiblemente haya que evaluar algún otro punto (como se está analizando en el caso Airbnb con el número de licencias).

El sector está evolucionado, es decir, lo ha hecho. La plataformas de transporte han demostrado que hay otra forma de hacer las cosas, con las que el cliente está más de acuerdo. Prohibirlas será mirar a corto plazo, ya que en el futuro algo más aparecerá y se lo llevará por delante a los taxis. Sino recordemos el histórico Napter, y su sucesor Spotify (aunque hay otros tantos que han existido por el camino). La innovación debe ser la nueva forma de operar, y si no queremos desaparecer, deberemos ir un paso por delante de nuestra competencia, y sobre todo escuchar que es lo que quiere el cliente.

Agile no es sinónimo de más rápido y con menos coste

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Fin de año y es hora de hacer balance del curso, pero también de hacer planes para el siguiente. Lo ideal sería aprender de los errores cometido, y también de que lo hemos hecho bien, para poder seguir avanzando sobre lo ya conseguido o por lo menos intentado (de la cultura del fallo ya hemos hablado en algún articulo reciente)

Durante estas revisiones seguro que terminamos hablado de la famosa transformación digital, y de cómo vamos a implementar, o mejorar nuestras estrategias Agile. Esta palabra se ha vuelto otro término de moda (buzzword como dicen los anglosajones) de esos que tanto se escuchan últimamente en los entornos corporativos. Sin embargo, no siempre bien utilizados, o por lo menos no bien implementados.

El concepto que hay detrás nace en la década de los 90 en el mundo del desarrollo del software, para poder adecuarse a los retos existentes (que nos serán muy familiares). Para información más detallada dejo el link al manifiesto aqui. Y para ejemplo, se escribió un manifiesto, que empieza diciendo:

¨Nuestra mayor prioridad es satisfacer al cliente mediante la entrega temprana y continua de software con valor. Aceptamos que los requisitos cambien, incluso en etapas tardías del desarrollo. Los procesos agile aprovechan el cambio para proporcionar ventaja competitiva al cliente¨

Esta forma de trabajar se replicó en el lado del negocio, sobre todo en startups, donde los requisitos cambiantes o la falta de claridad en los mismos hace un terreno ideal para su implementación.

Grandes corporaciones miran a emprendedores, para intentar emular esta forma de trabajo, con el objetivo de conseguir resultados similares. En muchos de estos casos, la grandes empresas están afrontando ciertos retos que solo podrán solucionar con una forma de pensar y actuar como la que estamos comentando.

Sin embargo, en muchos casos, aunque en presentaciones y charlas hagamos gala de la transformación que estamos llevando a cabo, de la modernización de nuestros sistemas y de los nuevos modelos de negocio, realmente seguimos pensando como antes, y estamos sacando el máximo partido a esta filosofía agile.

Por lo general hay varios puntos en los que se suele fallar:

  • Falta de autonomía: En toda grande empresa existe una capa de mandos intermedios cuya misión era controlar que el negocio entregaría los resultados prometidos, controlando que los equipos ejecutan las acciones acordadas para seguir la estrategia diseñada por la dirección. Sin embargo, esto representa un problema en la filosofía agile, ya que los equipos tienen que ser autónomos para poder tomar decisiones y no ser simplemente ejecutores. El rol de esa capa intermedia tiene que rediseñarse.
  • Falta de visibilidad: ya que para tomar decisiones y para diseñar soluciones correctas es necesario tener en mente la foto global. Pero no solo, sino que hay que saber que están haciendo el resto de los equipos, para evitar estar trabajando en lo mismo. La transparencia y visibilidad es fundamental. Por ello, una de las principales tareas de la dirección será evitar conflictos y favorecer lo que el equipo necesite para conseguir sus objetivos.
  • Falta de puntos de vista: los retos de mercado actual requieren de pensar en el cliente en todo que lo hagamos. Y pensar en el cliente desde todos los puntos de vista. Por lo que los equipos deben ser multidisciplinares, incluyendo perfiles técnicos y de negocio, que puedan trabajar de forma conjunta para tener esa visión completa del cliente. Imaginemos que estamos implementando una estrategia ABM (account based marketing), y para ello deberíamos contar en el equipo con representantes de ventas que tengan relación directa con el cliente, de marketing que sepan como poder modular el mensaje y crear el contenido adecuado, pero también de IT para configurar los sistemas en la forma que se necesite o representantes de atención al cliente/postventa, o incluso operaciones para poder asegurar que todas las piezas del puzzle se puedan completar.
  • Falta de claridad en los roles: ser agile significa también una restructuración de los equipos y una nueva definición de roles (que incluye responsabilidades). En muchos casos se sigue contando con la figura de un jefe de proyecto, que va en contra de esta forma de trabajo. Y por otro lado, los roles que la metodología (por ejemplo scrum) define como pueden ser el dueño de producto o de negocio, son alterados para poder adecuarlo a las necesidades de la empresa. Sin embargo también cuentan con la figura de una consultor agile (también llamado coach), cuya misión será asegurar que estos conceptos de aplican correctamente, y ayudan a los equipos a seguir los principios establecidos. Aunque no todo es blanco ni negro y existen grises, la alteración de los principios fundamentales harán que no estemos trabajando de forma agile, sino de forma clásica ,pero engañándonos a nosotros mismos.
  • Falta de acción: unos de los 12 principios habla de la entrega continua al cliente de soluciones de valor añadido. ¿es esto siempre así en todos los casos?. Debido a muchos de los problemas arriba mencionados. Como ejemplo se podría citar la cantidad de informes de seguimiento que tanto tiempo requieren completar. Pero otro de los problemas puede ser la definición excesiva del problema a resolver, retrasando la ejecución propiamente dicha.
  • Falta de estrategia: no es la primera vez que se confunden estos conceptos con la falta de estrategia. Esto es un viejo mito que hay que desterrar. La estrategia es vital, no solo porque nos hará entender hacia donde queremos ir, nos hará entender el problema a resolver, y nos hará tomar las decisiones correctas. Sin embargo lo que se suele confundir la estrategia es con la definición del problema y del alcance de la solución a construir. Como he comentado en el punto anterior, esto no tiene nada que ver, y hay que saber diferenciar. La definición de la estrategia no requiere una definición completa de lo que vamos a hacer. Pensemos que la estrategia es la dirección establecida para alcanzar la visión que tiene nuestro proyecto.

 

La innovación es necesaria, pero requiere un cambio de mentalidad, a la vez que ciertos cambios en las estructuras organizativas de la compañía y una adecuación de la forma de trabajo. Podemos seguir mencionando en las presentaciones corporativas que queremos ser una organización agile, y que nuestra transformación digital va en esa dirección, pero si cometemos estos fallos, seguiremos estando lejos del estado deseado. Agile no es sinomino por lo tanto de más rápido y menos coste, sino de mayor valor añadido al cliente de forma más frecuente. Pero sin los cambios necesarios, no será efectivo

Estoy tan enfadado que no puedo ni contestarte. Mi creatividad está bloqueda

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Estoy convencido que te has pasado por esta situación. Estas en mitad de una conversación tensa, posiblemente con un compañero de trabajo, la cual se va calentando. La tensión sube, y llega un momento en el que tu enfado es tal que no puedes ni contestar como quieres. Te sientes bloqueado, la conversación termina y cada uno se va por donde ha venido. Sin embargo pasado un rato, después de una paseo, un café o simplemente volviendo a casa después de la jornada laboral, empiezan a llegarte ideas a la cabeza. Te planteas, ¿y si le hubiera contestado esto?, ¿Y si lo hubiera argumentado de esta otra forma?,uhhh ¿Y si lo hubiera enfocado de esta otra forma?

Esta situación de bloqueo es normal. Nuestra creatividad se bloquea cuando nuestro cerebro está ocupado. En este caso en escuchar e intentar defenderse (normalmente de nosotros mismos). Notamos que según vamos dejando pasar el tema, y nuestro cerebro tiene espacio de procesamiento de sobra, las ideas empiezan a fluir. La creatividad vuelve a aflorar.

Pero pongamos otro caso. Piensa en donde se te ocurren las mejores ideas. Piénsalo por un momento antes de seguir leyendo. Posiblemente en el camino a casa, en la ducha, haciendo deporte, tomando un café o escuchado música. Pero estoy convencido que en la oficina no es una opción. Pero esto viene a ser un problema, porque a muchos de nosotros (sobre todo en el campo del marketing) nos pagan por ser creativos. Y con esto no me refiero a creatividad para un anuncio. Todos, desarrollemos la función que desarrollemos, estemos en el equipo de estemos (sea técnico, de finanzas o de negocio) debemos ser creativos. Analizando la respuesta a la pregunta realizada, vemos que tiene una relación directa con lo expresado en el caso de la conversación tensa. Nuestro cerebro está ocupado en las tareas asignadas, nuestros proyectos, responder emails, atender llamadas y a reuniones. No tenemos tiempo para ser creativos, sino que tenemos que ejecutar. Hacemos las cosas, muchas veces, en piloto automático.

La creatividad es fundamental en todo lo que hacemos. Y creo que todos somos creativos. Lo que es cierto es que la creatividad hay que entrenarla y fomentarla, no podemos esperar estar tirados en una silla y que las ideas empiecen a llegar por arte de magia.

También es cierto que no somos creativos porque el sistema en el que trabajamos no lo permite. Busca que seamos efectivos, que solucionemos y sobre todo ejecutemos rápido, sin pensar en esa creatividad. Incluso si pensamos en como ha sido nuestra educación (generalizando), nos han enseñado que hay solo una respuesta correcta, que hay unas reglas que seguir, que apliquemos los métodos conocidos. En el fondo, la creatividad tiene la relación directa con la innovación. Y aunque está normalmente relacionada con ciertos campos, se puede aplicar a todo. Todos podemos ser creativos con nuestros trabajos. Si somos profesores, seguro que podemos explicar o enseñar de forma no convencional para conseguir mejores resultados (razonar en vez de aprender de memoria), si trabajamos en un departamento legal, seguro que podemos ver los casos desde otro punto de vista para poder solucionarlos de forma más creativa (y posiblemente mas beneficiosa), y por supuesto si trabajamos en el mundo del marketing, hay tantos beneficios que nuestros clientes, y nuestra empresa lo notarán desde el minuto cero.

La creatividad, aplicada al mundo de los negocios, y en nuestro caso al mundo del marketing es una herramienta muy potente. Podemos aplicarla pensando en nuevos modelos de negocio, en como acerca un producto a nuestros clientes de forma diferente, en ampliar nuevos mercados. No creo que sea por casualidad, que algunas de las grandes empresas tecnológicas, muchas de ellas reconocidas por ser las innovadoras del mundo dispongan de elementos que favorezcan esta creatividad.

Mucho se ha hablado de los futbolines, de las mesas de billar, de los sillones o de las áreas de descanso de algunas de estas empresas. Imaginaros tomar un descando con algún compañero, seguro que la conversación se inicia hablando del partido de fútbol del día anterior, o incluso lo mismo sobre algún tema de trabajando. Pero nuestro cerebro no estará a la defensiva. Posiblemente sea una discusión informal (el entorno lo favorece) y posiblemente, si tenemos la actitud correcta, podemos pensar desde otros ángulos.  Esos momentos, aunque parezcan no productivos por no estar sentados delante del ordenador, pueden generar también bastante dinero, siempre que estos elementos sean bien utilizados y las personas responsables. Google, una de las pioneras en este campo, es una de las empresas que mas innovación consigue. Aunque para ser más exacto, las agencias de publicidad incorporaron muchos de estos elementos para sus creativos hace varias décadas. Pero volviendo a google, las creativas ideas de sus empleados son exploradas en estos rincones, y poco a poco van tomando forma, hasta convertirse en proyectos reales. Obviamente, la creatividad, y la innovación tiene que seguir un proceso formal para que tengan ese impacto en el negocio. Y con ese proceso, me refiero a una forma estructura de trabajo.

Fomentar la creatividad requiere, valga la redundancia, ser creativo a la hora de fomentarla. No podemos esperar que se nos ocurran ideas brillantes contestando emails, llamadas y delante de nuestros ordenadores durante jornadas maratonianas. La ejecución es vital para sacar un negocio adelante, pero debemos dar una importancia adecuada a la creatividad y la innovación. Estamos viendo, y más palpable será en los próximos años, que un negocio tiene que estar en constante evolución para poder progresar. Muchas de las empresas que conocemos (incluso en las que trabajamos ahora) puede que no existan en unos años, porque otros grandes jugadores hayan tomado la delantera. La creatividad, por parte de todos los empleados, cada uno en un área de conocimiento, será vital para progresar, avanzar y para transformar el negocio.

Fallar es caro, pero necesario

«Fallar esta permitido, lo obligatorio es levantarse»

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Silicon Valley es un referente en muchas cosas. La cultura de innovación, el crecimiento exponencial, la creación de nuevos modelos de negocio o transferencia tecnológica entre el entorno universitario a empresas. Pero detrás de todo esto hay un secreto, y es la cultura del fallo.

La cultura del fallo no consiste en premiar el fallo. Creo que muchas de las frases e imágenes motivadoras que vemos en redes sociales últimamente está ligeramente equivocadas. Lo importante no está en equivocarse, no está en fallar. Esto es consecuencia de otros dos conceptos importantes, pero que no deben ser el objetivo. En ningún caso, ninguna empresa apuesta por fallar, lo que apuesta es por probar y realizar tests.

 

La cultura de fallo se basa en realizar pruebas

Si quieres conseguir resultados diferentes, no puedes seguir utilizando los métodos de siempre. La forma de evolucionar es probar nuevas hipótesis, es probar y ajustar nuestro producto o nuestro modelo de negocio.

Tenemos que desaprender lo aprendido. Lo que era cierto hace un tiempo, puede no serlo ahora. Tenemos que aprender a gestionar la incertidumbre y falta de claridad, de forma de que nos bloqueemos, o pensemos que esperando todo se solucionará. Es necesario tomar la iniciativa, para que comprobemos nuevas hipótesis, que probemos nuestras ideas. En algún otro post hemos hablado de los ejemplos de Nokia o de Kodak. Pero hay muchos otros ejemplos que podríamos citar. Muchas de estas empresas se centraron solo en sus productos, y no supieron evolucionarlos pensando en lo que el cliente quería.

En general, lo normal en las empresas es apostar por aquellos productos o servicios que funcionan y la estrategia es seguir haciéndolo asumiendo que la situación va a ser la misma durante mucho tiempo (por no decir de por vida). Sin embargo, como podemos comprar en nuestro día a día, esta forma de gestión ya no funciona. Los patrones de consumo cambian, al igual que las necesidades de los consumidores. Esto requiere no solo evolucionar el producto, sino el modelo de negocio (el modelo de suscripción por ejemplo), pero también muchos de los procesos internos. La innovación, las pruebas y la cultura del fallo debe extenderse a lo largo de toda la empresa.

Debemos intentar ir siempre un paso por delante, debemos intentar comprobar como evolucionar, y para ello debemos plantear hipótesis. Esas pruebas deben ser para comprobar esas hipotesis. La clave del éxito será plantear hipotesis, lo suficientemente interesantes para probar. Tendremos que ser rigurosos en la política de que hipotesis probar, pero sabiendo que eso nos puede llevar a la misma situación anteriormente mencionada, donde no se prueba nada por que pensemos que no merezca la pena. Por lo tanto, lo que tendremos que ser es rigurosos en cuanto a la hora de formulas las hipotesis. Aunque nadie nos asegurara el éxito de las pruebas de esas hipotesis, lo que si podemos hacer es comprobar solo aquellas hipotesis que estén listas para probar.

No sabemos que métricas utilizar

Las métricas son fundamentales. Y debemos mirarlo desde dos puntos de vista. Por un lado las métricas con las que vamos a validar la pruebas realizadas con estas hipótesis. Tenemos que saber cuando podemos dar por válidas esas hipotesis, basado en un acuerdo previo a realizar esas pruebas. Se trata de establecer unos criterios de aceptación acordados por todo el equipo que trabaje en estas validaciones. No solo será un criterio objetivo para seguir adelante en esta experimentación, sino que también servirá para refutar nuestra trabajo frente a la dirección o cualquier otro equipo con el que necesitemos contactar a la hora de escalar de forma masiva o definitiva esa solución.

Pero por otro lado, y creo que esta es la parte más complicada, se trata de cambiar la forma en la que nos evalúan o se evalúa nuestro trabajo. Muchos, por no decir todos, tenemos revisiones anuales donde revisaremos con nuestro responsable directo la consecución, o no de nuestros objetivos. Si pensamos en que métricas se suelen utilizar, en muchos casos evitar la innovación. Evitar que se realicen experimentos, porque de esa forma no conseguiremos los objetivos, que están formulados para que todo esté previsto, controlado y no se salga del éstandard.

Mucho de los métodos con los que se gestionan las empresas están basados en la forma de pensar durante la industrialización, donde se buscaba la estandarización, la economía de escalas, la minimización de la variación en los resultados. Ejemplos claros son el famoso lean sigma que tanto éxito le dio a Toyota. Este método buscaba anomalías en la producción, para asegurar que todos sus productos eran exactamente iguales. Pero la forma en la que sea hacen previsiones de ventas, cuyo origen está en la forma de gestión de hace mucho tiempo donde la demanda se podía controlar, y el ajuste de la producción era necesario. Obviamente no digo que estos métodos no sean válidos hoy en cierta forma, pero si creo que al evitar las desviaciones también están evitando la innovación. Para innovar es necesario hacer experimentos basados en hipótesis, y para ello, las métricas con las que medimos todo tienen que permitirlo

 

 

Fallar es caro, pero no probar puede salir mucho mas. Y lo hemos visto en muchas empresas. Kodak, que pensó que el carrete de fotos duraría de por vida, y aunque fueron de los primeros en experimentar con las cámaras digitales, no dieron el salto y no apostaron por el cambio. Algo parecido paso con Nokia, y algunos otros casos que hemos mencionado en otro post

La cultura del fallo mal explicada o gestionada es igualmente peligrosas. Muchas veces se populariza el concepto de fallar es bueno. Lo bueno es probar, y aprender de ese fallo ,pero no fallar en si mismo. Aunque debemos andar con cuidado, aunque probar sea bueno, debemos saber que probar y como hacerlo.

 

10 (mas 4) pasos para lanzar una campaña con éxito

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Los equipos de marketing han sido históricamente responsable de la gestión y lanzamiento de campañas. Estas, tradicionalmente, han sido identificadas como proyectos de comunicación de promociones, en momentos especiales del año. Nos adentramos en estos periodos, como son la navidad, las semanas anteriores (con el famoso Black Friday, Ciber Monday,..) y las rebajas posteriores. Aunque estamos relativamente cerca, todavía queda cierto margen de reacción, y si todavía no estamos manos a la obra, podemos poner algunos pensamientos para no dejar de aprovechar esta época que tantas ventas puede traer (en el mundo del gran consumo sobre todo)

En otros artículos de este blog he hablado de la necesidad del cambio de mentalidad en cuanto a la gestión de campañas. Si nos centramos en los ejemplos anteriormente mencionados, vemos que son momentos en los que la empresa comunica lo que cree conveniente para el cliente, centrado solo en sus productos, sus tiempos y sus necesidades, sin escuchar al cliente. Sin embargo, muchas de estas empresas hablan de poner al cliente en el centro de su estrategia, y de velar por sus intereses. Para ello, habría que pensar en el ciclo de vida del cliente (desde su adquisición y extendiendo más allá de la compra) en forma del famoso ¨customer journey¨. La subsistencia de las empresas se ven totalmente unidas a valor diferencial que la marca aporta al cliente. La comunicación continua, y no solo a base de promociones, hará que el cliente sienta atracción por la marca (y no solo por sus productos). Si conseguimos incrementar esa valoración de marca, no solo conseguiremos estar presentes en los momentos de decisión de compra para aquellos productos que el cliente ya conoce, sino también para otros nuevos, sino también conseguiremos que el cliente vea reflejado sus valores en los que queremos transmitir y con ello ese vínculo sea mayor.

Las promociones, y momentos especiales de venta son importantes, en el fondo, todas las empresas necesitan vender, pero debemos conseguir ese balance entre información puramente comercial, y contenido de interés que aporte otra visión de nuestros productos y nuestra empresa. Todos ellos deben estar conjugados de manera sincronizada, para dar una visión completa al cliente, o potencial cliente. Pero si nos centramos en este tipo de campañas estacionales, todas tiene unos puntos en común que deben seguirse para sacar la máxima efectividad posible de los recursos empleados.

Trabajo previo

  • Activar la base de datos, tanto con adquisición de nuevos contactos como con la activación de los existentes, aumentando el ¨engagement¨. Este es una tarea que dependerá del tamaño y estado de nuestra base de datos.

 

Diseño de la iniciativa

  1. Pensar en el objetivo principal de la iniciativa, que debe estar alineado con la estrategia general de la compañía. Este objetivo puede ser ver ventas como tal (si hablamos de Black Friday), pero podría ser de consideración, concienciación o educación en otros momentos como el día mundial del cáncer, de la madre o periodos vacacionales)
  2. Comprobar si hay lecciones aprendidas de alguna otra iniciativa similar que pueda ser utilizada como base, incorporando esos puntos aprendidos a nuestro plan.
  3. Planificación, como establecer un presupuesto y una planificación a alto nivel de la iniciativa.Incluye establecer el equipo necesario para el diseño, ejecución y optimización de la iniciativa
  4. Analizar la base de datos y el mercado, creando el segmento/s al que vaya dirigida la iniciativa
  5. Diseñar el flujo de trabajo de la iniciativa, que debe incluir los diferentes canales de comunicación, momentos en los que se producirá esa interacción con el cliente, objetivo de los mismos. Este diagrama a lato nivel debe ayudar a visualizar que es lo que se pretende conseguir (objetivo) y como se va a llevar a cabo. Este es la primera parte en la que la creatividad estra en juego. Saber como activar a los clientes, en que canales y como no solo llamar su atención sino engancharles con nuestro mensaje será clave.
  6. Identificar posibles carencias, puntos conflictivos o de atención , como pueden ser falta de sistemas o integración entre sistemas, funcionalidades para el cliente, cuellos de botella en la cadena de suministro o comunicación con agencias externas u otros colaboradores. A esta fase de identificación le debe seguir un plan de mitigación de riesgos.
  7. Preparar el contenido necesario, destacada en el punto anterior. En muchos casos este contenido vendrá de un proveedor externo, en otros casos de las unidades de negocio o de un especialista en el que confiemos para esta narrativa. El contenido deber ser genuino, creativo y diseñado para lograr el objetivo marcado en cada etapa. La creatidad es fundamental para el éxito de la inicitiva.
  8. Detallar presupuesto final, y plan con fechas e hitos clave en el proyecto.
  9. Construcción de los materiales necesarios (emails, configuración de sistemas, producción de videos, impresión de material físico, ). Asegurase que el plan de mitigación de riesgos anteriormente nombrado está al día y se ejecutan las tareas necesarias.
  10. Preparación de los informes necesarios para hacer el seguimiento y sobre todo para asegurar que la optimización de la iniciativa será lo más efectiva posible. Debe realizarse una prueba general de la inicitiva a modo de ensayo general

Post-lanzamiento

  1. Seguimiento del rendimiento de la iniciativa, de forma que se pueda optimizar
  2. Informar regularmente a la dirección, y al resto de la empresa de los resultados obtenidos.
  3. Lecciones aprendidas, tanto positivas como negativas, a tener en cuenta en siguientes ocasiones.

 

Muchas veces los procesos se ven como algo solo de grandes empresas, incluso como algo que puede retrasar o incluso bloquear la innovación y desarrollo de negocio. Pero personalmente creo que es todo lo contrario. Un proceso, no es más que un conjunto de pasos que deben darse para conseguir cierto objetivo. Esos pasos deben ser flexibles, al igual que lo debe ser el proceso en general, para poder adaptar cualquier una incidencia o situación. Un proceso aporta tener que dejar de reinventar la rueda en cada nuevo proyecto, y que todos los participantes sepan que es lo siguiente para poder anticipar problemas o fallos. Si un proceso bloquea o no permite la innovación o el negocio, es que no está bien diseñado, es demasiado antiguo o poco flexible.

Cada empresa tendrá su propia forma de hacer las cosas, ya que no todas tienen los mismos equipos, mismas capacidades o incluso presupuestos. Pero esta es una guía muy general que si puede ser adaptada por cualquier empresa. Como cualquier proceso, debe poder ser adaptado a las necesidades particulares de cada uno, y sobre todo ir mejorándolo para permitir seguir creciendo.

 

South Summit 2018 – Open Innovation Forum

Pues el gran día llegó…

El South Summit (https://www.southsummit.co/en) arrancaba hace unos días con la sesión Open Innovation Forum previa a la inauguración oficial del evento.

Comenzó como maestra de ceremonias María Benjumea, alma máter del evento, con mucha energía y poniendo en valor South Summit como el evento de emprendimiento más potente del Sur de Europa y Latinoamérica.

El padre de la Innovación AbiertaHenry Chesbrough, agitó conciencias poniendo de manifiesto que o las grandes corporaciones somos capaces de colaborar formando un ecosistema con proveedores, start-ups y otras corporaciones en una búsqueda obsesiva por encontrar bolsas de valor para el cliente, o nuestro futuro será complicado. Que Amazon haya sobrepasado a Walmart en capitalización bursátil no es casualidad, y gran parte de su éxito reside en saber generar economías de escala y alcance integrando en su plataforma a cientos de miles de stakeholders.

La Innovación Abierta permite romper el paradigma de que sólo las empresas con presupuesto elevado en R&D pueden innovar. De hecho las buenas ideas en un futuro muy presente serán muchas y al acceso de todo el mundo. El elemento diferencial será la capacidad de ejecutarlas.

Mario Pardo de BBVA reconoció la dificultad no ya de tener ideas de negocio relevantes sino de ponerlas en valor. En una industria como la banca regulada y tradicionalmente endogámica, abrazar la Innovación Abierta facilita a BBVA apoyarse en la inteligencia colectiva y el talento interno y externo.

Paul Misener de Amazon reflexionó sobre la obsesión por el cliente y la aceptación del error. La innovación es por definición un ejercicio de experimentación y existe la posibilidad de fallo. La mejora incremental es para Amazon deseable, pero no suficiente, por lo que apuntan a lo que denominan “Moonshots” ó proyectos radicales con efecto multiplicador. La toma de decisiones en Amazon es rápida para la mayor parte de los asuntos y solo hay un ínfimo porcentaje de decisiones sin retorno que son reflexionadas con mayor detenimiento, lo que les permite un “time to market” imbatible. Se rigen además por la “regla de las 2 pizzas”: un grupo operativamente eficaz no debe superar en número las 7-8 personas, que son las que se pueden alimentar con 2 pizzas 😉

Pau Contreras de Salesforce remarcó la importancia del cliente 100% conectado, que busca en todo momento una interacción con la empresa personalizadasin fricciones y en tiempo real.

Vish Sowani de VISA habló del cambio de paradigma desde el modelo “Checkout” de relación con el cliente en el que solo conocemos de él una vez se ha ido, a un modelo “Checkin” en el que mucho antes de que haya interactuado con nosotros ya somos capaces de conocer sus deseos, preferencias y podemos adaptar nuestro servicio a él.

Ken Morse puso al público de pie. Este antiguo Director del MIT hizo a las grandes corporaciones allí presentes revolverse en las sillas al explicar lo que necesitan las startups para poder trabajar con nosotros: agilidad, procesos sencillos, transparencia. Nos quedamos con el resumen de su intervención: “Create like a god, command like a king, work like a slave” y el ánimo que daba a emprender proyectos: “Remeber, Colombus thought he was heading towards India”.

Y como broche final al evento Gabriel Perdiguero de Iberia contó el ambicioso proyecto de Big Data en al ámbito de la Transformación de la compañía, con una orientación clara a la Personalización y el Real Time Servicing, siempre con el Cliente en el centro.sdr

#SouthSummit , #OpenInnovation , #InnovacionAbierta

La innovación mas que tecnología, requiere un cambio de mentalidad

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Innovación, disrupción, transformación digital…Supongo que habrás oído demasiadas veces estas palabras, aunque no siempre bien aplicadas.  Son palabras que representan mucho, pero muy manidas últimamente.  Lo más importante es entender que significan y que implican.  Y esto es algo que a la gran mayoría de empresas no logran entender.

 

Es algún artículo anterior he hablado sobre que es la innovación. Para mí no se trata de otra cosa, tan fácil y tan difícil a la vez, como introducir cambios que traigan nuevos beneficios. Estos cambios pueden ser grandes (como la introducción de Internet en las empresas), pero pueden ser pequeños (como introducir una mejora en un proceso que permita mayor transparencia en la facturación de un cliente). Es cierto que la innovación suele ir muy relacionada con la tecnología,  pero es mucho mayor que esta.

De todas formas, lo más importante de la innovación es un concepto que parecen que no tiene nada que ver con esta, pero en el fondo es clave. Se tratan de la gestión del cambio.

Cuando hablamos de disrupción, hablamos de un cambio tangencial en un mercado, en una empresa, en un modelo de negocio. Este puede venir debido a la introducción de una nueva tecnología, debido a una nueva idea de negocio o debido a una transformación de una empresa (aunque se hable de transformación digital, es una transformación de negocio en la era digital). Pero para que este cambio cuaje, se asiente, y sea adoptado (y realmente transforme el mercado) es necesario un cambio en la mentalidad. Y con esto me refiero a un cambio en la mentalidad tanto de los clientes, pero también de los empleados.

En este caso me gustaría centrarme más en los segundos, ya que esto será lo que haga que el proyecto salga adelante, y la empresa sea exitosa. La transformación digital se trata de evolucionar, se trata de enfocar la empresa en el cliente, de modificar la forma de trabajo. Por supuesto que la tecnología tiene un papel fundamental, pero secundario. Ya que lo principal es el cambio. O mejor dicho, la gestión del cambio.

Porque no debemos olvidar que la innovación trata de solucionar problemas, mediante diferentes herramientas. A nadie se le ocurre decir, vamos a hacer un proyecto con Wifi. Lo que solemos pensar es, tenemos un problema de movilidad. Y lo vamos a solucionar utilizando soluciones wireless o de Wifi. Por supuesto que tenemos tecnología de por medio, pero lo complicado viene en cambiar la mentalidad de los usuarios, para que no piensen en estar conectados mediante un cable para poder tener conexión a Internet. La innovación soluciona problemas concretos, mediante tecnología y otros métodos

Y esto es la innovación, una gestión del cambio. Un cambio no será disruptivo, no será transformador, no será innovador, sino se adopta correctamente. Por supuesto hay muchos factores, tiene que haber un trabajo previo en la parte de investigación (durante la fase de investigación o de la innovación propiamente dicha) y pero la parte más critica, al menos desde el punto de vista del impacto de ese cambio viene después. A veces el cambio no se produce porque la sociedad o el mercado no está preparado. A veces, porque la solución no es lo suficientemente madura, o por todo lo contrario. Posiblemente no era el momento para aterrizar esa solución en el mercado, porque no estaba preparada. Hay muchos ejemplos, el formato de video VHS sobre el Beta o la red social MySpace frente a Facebook son grandes ejemplos.

Entender si un mercado está preparado para cierta solución o cierto producto no es fácil. Pero es cierto que esa tarea se ha abarato, y facilitado mucho en los últimos años. La nuevas metodologías que se utilizan en innovación tiene un patrón común. Da igual que estemos hablando de metodologías agile (Scrum, XP, ..), lean start-up, design thinking o la estrategia del océano azul. En todas ellas, aunque con sus particularidades, tienen un patrón común. Tiene ciertos componentes que hacen que la innovación en nuestros días, sea más barata que hace tiempo, hace que sea más rápida, y sobre todo más efectiva. No olvidemos que la importancia del ¨time-to-market¨ o tiempo de comercialización, será lo que haga que tengamos éxito.

Todas las nuevas metodologías tiene 4 fases, aunque en todas tengan otros nombres:

  • Recopilación de datos y descripción del problema: Lo primero es saber cual es la tarea que tenemos entre manos, tener datos sobre el problema, poder ponerlo en contexto y saber qué es lo que esperamos esperar para definirlo como exitoso. Aunque parezca obvio, la clave en esta fase es ponerse de acuerdo en el problema a solucionar, saber que alcance va a tener esa solución (¿vamos a solucionar todo el problema o lo trocearemos?).
  • Formulación de las soluciones mediante descomposición en pequeños trozos: Esta es uno de los principales cambios. El problema a solucionar se trocea en pequeñas unidades, que serán tratados como proyectos en si mismo. Cada uno tendrá su propio ¨plan de proyecto¨, tendrá responsables, tendrá condiciones de aceptación. Con la gran diferencia que el tiempo para solucionarlo será muy limitada en el tiempo. Y con solucionarlo puede ser programarlo, generar un prototipo (aquí entran en juego las impresoras 3D) o generar una prueba de concepto.
  • Test, test y test: Sin una bacteria de pruebas no conseguiremos saber si estamos hacienda buen trabajo o no. La parte clave de este punto es el aprendizaje. Todo aquello que haya salido mal, no solo hay que arreglarlo, sino investigar porque, para poder evitar el mismo problema en el futuro. Los test nos dan mucha información, que utiliza eficientemente, nos dará la gran potencial de la innovación.
  • Optimización y escalado de la solución: Muchas de estos tests los podrá hacer el cliente directamente. Al poder llegar al mercado, con nuevas funcionalidades más rápido podremos ajustar nuestra solución o nuestro producto. La gran potencia de la innovación es la continua evaluación, ajuste y desarrollo de nuestras soluciones.

 

La innovación requiere de presupuesto, y esto no quiere decir que sea cara. Sino que tenemos que ser conscientes que esto no va a salir gratis. Que tenemos que decidar recursos, pero sobre todo tiempo. Pero como comentaba mas arriba, requiere cambiar la forma de pensar. Requiere mucha iteración continua, y dialogo con el cliente. No podemos intentar definir el problema de forma completa desde el principio. Partamos el problema en trozos, para ir solucionandolo poco a poco, y hablemos con el cliente para ver que opina. Ese será la mejor investigación de mercado. Los grandes proyectos donde la fase de definición y diseño son eternos han quedado atrás (por supusto siempre hay excepciones). Iteremos de forma rápida, llegando al mercado mas veces de forma que captemos la información que necesitemos del cliente para poder seguir avanzado en la dirección correcta.