Arranca Futuroscopia, porque nuestros hijos vivirán en las estrellas

Decía Woody Allen que le importaba el futuro, porque era donde iba a vivir el resto de su vida.

A nada que aspires a ser algo más que un pequeño primate pensante, el futuro debe de interesarte. Pensar en el futuro nos permite diseñar, planificar, preparar, tomar decisiones y dar forma al porvenir, beneficiándonos a nosotros mismos y a los que nos rodean. Si además eres padre, saber la realidad que le dejarás a tus hijos aumenta el apetito por asomarse a la ventana del futuro.

Por ese motivo, en cuanto Isabel Fernández Peñuelas me lo propuso, no dudé ni un minuto. Isabel quería poner en marcha un podcast donde reflexionar sobre el futuro desde todo tipo de ópticas. Además, los compañeros de cordada eran personas admiradas y queridas: César Astudillo, Francisco J. Jariego, PhD. y Fernando Garcia-Quismondo (高安洋). De ahí solo podían surgir cosas buenas.

Creo firmemente en aquella frase atribuida a Confucio que decía algo así como “si eres la persona más inteligente en una habitación, debías de cambiar de habitación”. Y lo que Isabel me proponía era trasladarme no ya a una nueva habitación, sino a un verdadero palacio de ideas.

Así que de aquella idea cocinada a raíz de un encuentro entre amigos en una casa de campo en tierras de la Alcarria, surge hoy el podcast “Futuroscopia”. Como todo en sus comienzos, es un espacio de reflexión que todavía gatea, y que habrá que mimar y cuidarlo para que crezca. Pero ¡y lo que nos estamos divirtiendo!

Para esta primera edición, nos pusimos de gala y decidimos invitar a Jesús Zamora Bonilla, catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia en la UNED, y autor del libro “Progreso, ma non troppo”. Así que el maestro García-Quismondo nos preparó una “jam sesión” en la que fuimos poniendo a prueba las tesis de Jesús sobre el progreso y que pueden resumirse en que, si bien la evolución en áreas como la Ciencia, la Tecnología, la Economía y la Espiritualidad han sido notorias en las últimas décadas, se quedan cortas comparadas con su florecimiento en siglos anteriores, y parecen condenadas a quedarse estancadas en una suerte de curva logística.

Tratando de escapar de las etiquetas de “tecno-cenizos” ó “tecno-optimistas”, retamos con argumentos las tesis de Jesús y creo que surgió una charla entretenida en la que yo al menos no paré de aprender.

Sin intención de hacerte “spoiler” pero para abrirte el apetito y animarte a escuchar el podcast, planteo aquí algunas de las preguntas sobre las que transitamos:

🎭 ¿Por qué si la Tecnología prometía liberarnos de las tareas más penosas y permitirnos dedicarnos al florecimiento de lo humano, no parece que hayamos avanzado tanto respecto a los Griegos hace más de 3.000 años?

💊 ¿Y si la verdadera oportunidad de progreso no fuera el desarrollo vertical de tecnologías estancas sino conectarlas (ej: la computación y la biomedicina)?

🎓 ¿Por qué si dedicamos 10 veces más recursos, personas y presupuesto a la Ciencia que hace 50 años, los avances no parecen cualitativamente habernos mejorado la vida?

💻 ¿Cómo es que siendo los ordenadores de hoy en día billones de veces más poderosos que los de los inicios de la computación, no somos capaces aún de resolver las grandes preguntas de la Humanidad?

❔ ¿Y si en vez de dedicar tanto esfuerzo tecnológico a la obtención de respuestas lo hiciéramos para asegurar que resolvemos las preguntas adecuadas?

✒️ ¿Tiene más valor la ingente producción artística actual ó una pretendida mayor calidad pasada?

⚖️ ¿Ha permitido la Tecnología dotarnos de mayor transparencia y calidad democrática?

😕 ¿La “Ilusión de Pareto” nos condena a que a medida que aumentan las capacidades técnicas lo hagan también nuestras expectativas y eso nos provoque permanente frustración?

🔬 ¿Ha avanzado la Ciencia más allá de la “Introducción a la Ciencia” de Asimov en 1973?

🔆 ¿Es la disponibilidad de energía marginalmente ilimitada condición sine qua non para descubrir tecnologías hoy inalcanzables?

En fin, te invito a acompañarnos en este nuevo viaje explorando el futuro, y te animo a dejar en los comentarios algún asunto sobre el que quieras que reflexionemos en las próximas ediciones.

Isabel, César, Paco y Fernando, conoceros es un verdadero regalo.

Enlace al podcast

A Tale of Two Cities: Bruges & Antwerp – Change Management Lessons

Getting lost in the little streets of Bruges (Belgium) is one of the most wonderful experiences you can enjoy in Europe. Each stone conveys a glorious past that has remained forever anchored in time. Today its streets, once bustling with trade from the main markets of the Old Continent, receive tourists in a fairytale city.

Once upon a time, in what we now call Belgium, there was a thriving trade city named Bruges. Nestled beside the Zwin estuary, Bruges blossomed around a late 9th-century castle, the cornerstone of the Duchy of Flanders. Fast forward a century, and it became not just the capital of Flanders but a burgeoning hub as trade winds blew prosperity through Northern Europe.

Bruges was a tapestry of commerce, weaving itself into a powerhouse of cloth manufacturing. Its lifeblood, the Zwin River, brought in a bounty – English cheese, Spanish wine, Russian furs, Danish pork, and exotic silk and spices from the East. Despite political upheavals, including French conquest and Burgundian rule, Bruges didn’t just survive; it thrived, doubling London’s population and pioneering in industries like Indian diamond cutting. Its docks, alive with Hanseatic League trade, hummed with the energy of grand commercial ships.

But then, the 15th century rolled in with a twist. The Zwin began to silt up, choking off Bruges’ trade lifeline. As its waters grew shallow, the big ships turned away, and so did the Hanseatic League, setting sail for Antwerp. Bruges, once a nexus of bustling commerce, slowly turned into a silent, preserved beauty – a «time capsule» city.

Today, Bruges stands as a testament to history, a perfectly preserved medieval marvel, while Antwerp, embracing the Scheldt River, rose to become the new titan of Western European economy.

Lessons for Today’s Leaders:

I was walking these Christmas days through the little streets of Bruges, and I was thinking about this story of success and decay. And as Mark Twain said, «History does not repeat itself, but it rhymes”.

The history of Bruges and Antwerp offers several valuable lessons on how to adapt to changing circumstances and uncertain environments:

Embrace change and innovation: Antwerp’s rise was partly due to its willingness to embrace change and innovate, especially in fields such as finance and new trade practices. This teaches us the importance of being open to new ideas and methods, especially in times of change or challenge.

🔱 Diversification is fundamental: Unlike Bruges, which relied heavily on the trade of very specific products, Antwerp diversified its trade, making its economy more resilient. Similarly, in our personal and professional lives, diversifying skills, interests, and investments can provide stability in an unpredictable world.

⛵ The importance of connectivity and opening to the ecosystem: The sedimentation of the Zwin River limited Bruges’ accessibility, leading to its decline. In contrast, Antwerp’s accessible port facilitated its growth. This highlights the importance of maintaining and improving connectivity, whether in infrastructure, communication, or relationships.

🔀 The relevance of pivoting in the face of unforeseen changes: The geographical change that hindered Bruges was outside its control, like how technological and market changes can be beyond our control today. Antwerp’s success shows the importance of proactively adapting to such changes.

🛡 The importance of strong governance: Antwerp flourished in part due to the stable political environment and favorable economic policies of the Habsburgs. This teaches us the value of creating and maintaining stable and supportive environments in organizations and communities.

🦲 Diversity and tolerance provide a growth platform: Antwerp’s policy of religious tolerance attracted a diverse population of merchants and financiers, enriching its cultural and economic life. This demonstrates how inclusion and tolerance can be powerful catalysts for growth and innovation.

👁 Observe and detect challenges and setbacks: Bruges’ decline was not immediate, but a gradual process that offered signs of changing times. Learning from challenges and setbacks, as Antwerp did by observing Bruges, can provide valuable insights for future success.

In summary, the history of Bruges and Antwerp teaches us to pivot, embrace diversity, maintain connectivity, proactively respond to external changes, foster stable environments, practice inclusion, and learn from our challenges to thrive in changing circumstances.

I wish you all a Merry Christmas from Belgium

Bonus track for 2024

As we navigate the dynamic tides of business, let’s draw inspiration from these two cities – one that held onto its glorious past, and another that embraced change and prospered. What’s your strategy in this ever-changing business landscape?

❔ Would you adapt like Antwerp or preserve like Bruges?

❔ How can we apply the lessons of Bruges and Antwerp in modern business environments?

❔ What are the new ‘Zwin Rivers’ in today’s business world, and how can we navigate them?

#HistoricalInsights #BusinessStrategy #Adaptation #ChangeManagement