
Llegas a un nuevo equipo, como responsable de marketing y comunicación. Ademas de conocer al equipo y el presupuesto, empezar a revisar la actividades y el plan establecido. La imagen de marca y las ventas son dos de las variables en las que tienes que centrarte, y por ese motivo conocer la base de clientes y prospectos es interesante. Puedes encontrarte en una situación en la que esta información no este consolidada y se encuentre desperdigada por diferentes sitios. Pero puede pasar que aunque tengas una base de datos, más o menos centralizada, no haya sido cuidada, ni gestionada, por lo que estarás en una situación similar.
Al igual que ha pasado con él confinamiento, por mucho que hayas echo algo de ejercicio en casa, salir a la calle para hacer ejercicio como hacíamos antes, requerirá un poco de preparación y de adecuación. No podemos pretender, después de llevar encerrados en casa 2 meses, correr una maratón con buena marca el primer día que salgamos «a estirar las piernas». Por esa misma razón no poder esperar poder tener una relación de confianza máxima y que nuestras comunicaciones sean lo más deseado por parte de nuestros clientes, sino hemos hecho los deberes antes.
Empecemos por la base, ¿qué es lo que buscamos? Como marca, no hay nada mejor que nuestros clientes estén orgullosos de nuestros productos y los recomienden siendo nuestros mejores embajadores. Esto sucederá cuando tengamos una relación con confianza, en la que ambas partes gane, el cliente consiguiendo una solución a sus problemas y nosotros monetizando esa venta, mientras creamos una relación a largo plazo. Estas actividades serán sobre las que tengamos que enmarcar nuestra estrategia de marketing y comunicación
Creando los cimientos
A la hora de ponernos manos a la obra, como mencionaba más arriba, es posible que tengamos que investigar por nuestra organización que datos tenemos de los clientes. En el mejor de los casos, tendremos una base de datos única con los datos que necesitamos. En un segundo escenario, es posible que tengamos una base de datos, que haya que enriquecer con datos diseminados por la organización (interacciones con atención al cliente, pedidos, interacciones con redes sociales o marketing, eventos a lo que han asistido, …). Y obviamente, también es posible que nos encontremos con el escenario en el que nada de esto exista y tengamos que poner un plan para empezar a construir todo de cero. En cualquier caso, estoy convencido que alguna base, por mala que sea tenemos. Tomemos eso como cimientos, y pongamos un plan para poder enriquecerlo con otros datos que tengamos presentes en la organización. El gran problema suele venir en cómo realizar este cruce de datos de una forma relativamente automatizada, si estos repositorios no cuentan cómo los mismos identificadores (DNI, email, ..). Suele ser un momento desesperante, pero todo tiene solución. No desesperes.
Empecemos con los estiramientos
¿Cuántos datos duplicados, o sin validez estamos almacenando? El proceso de saneamiento, que dará paso a una política de calidad y retención de datos (que nos hará cumplir con el famoso marco GDRP) es un paso fundamental. Es cierto que hasta ahora, todavía no habremos comunicado nada, no habremos hecho nada de cara al mundo exterior, pero ¿saldrías a correr un maratón después de 2 meses encerrado? Aunque parece que no estamos avanzando, estamos cogiendo carrerilla, para poder avanzar rápido luego. Definir qué es un dato duplicado, y poner reglas en juego que los eliminen, y aseguren que no tengamos más en el futuro, será el tipo de acciones que nos ayudarán mucho en el futuro, aunque ahora lo veamos como no avance. El saneamiento de datos es fundamental, y sino pensemos en las consecuencias. Si tenemos registros duplicados, y procedemos a enviar comunicaciones, esa persona recibirá varias, lo que dará una impresión muy rara, y la sensación de que no sabemos quien es, y que no tenemos bajo control nuestro negocio
No solo tenemos que tener en cuenta los duplicados, sino analizar la validez de la información, cuan reciente es y cómo podemos hacer para mantener esa frescura. Todo esto es parte de lo que se llama Gobierno de los datos (Data Governance). Y se refiere a ese conjuntos de principios que definen para nuestra organización que datos vamos a gestionar, como se capturan, cómo se retiene, por cuánto tiempo, bajo que condiciones, como circulan por la organización, y cómo se actualizarán. Este tema suele mezclar componente de negocio con componentes técnicos, ya que como hemos discutido mas de una vez, el mundo ya no es binario, sino que tenemos que mirar todo bajo una lupa crosfuncional.
Posibles necesidades futuras
En general es muy difícil pensar en el futuro para anticiparse a necesidades que podamos tener, y ademas queremos echar andar lo antes posible. No tenemos una bola de cristal que nos ayude a ver que pasará en unos meses o años, pero si debemos tener muy claro que es lo que necesitamos ahora mismo. Tenemos que preparar esta base de la forma mas sólida posible, estableciendo los fundamentos, preparándolo para posibles cambios a futuro, pero sin perder el tiempo. Tomemos una mentalidad ágil, sabiendo que esos cambios llegaran, pero qué es lo que necesitamos a día de hoy para poder operar.
Añadir datos o campos nuevos, o una nueva fuente de datos, son tareas que requieren de esfuerzos muy diferentes. Para el primero, deberíamos estar preparado y no debería representar ningún problema, y en respecto al segundo caso, aunque técnicamente puede tener algo mas de complejidad, deberíamos estar preparados para que pueda llegar a pasar, con un tiempo de respuesta relativamente bajo
Flexiones o carrera, que es lo que más me conviene
Al igual que cuando empezamos a entrenar, tenemos que pensar en un plan de entrenamiento adecuando para nosotros, y que entrenador es que el más con conviene, en este caso debemos parar y pensar por un momento también. Uno de los principales problemas suele estar en no saber ni quién es el cliente objetivo. Podemos tener nuestros clientes habituales, pero puede que no coincida con lo que estamos buscando, o lo que debemos buscar. Conocer a quién debemos acercarnos y como hacerlo es esa primera parte del plan. Que obviamente pasa por tener qué poder analizar los datos que tenemos.
Este es el momento de poder entender el estado real. Qué es lo que hemos hecho, que efectos ha tenido (campañas efectuadas, comunicaciones anteriores), quien es el tipo de cliente al que os hemos dirigido, a cúal nos deberíamos dirigir, como de alineado esta todo esto con la estrategia corporativa. Entender que tipo de cliente ha sido fiel, o ha estado interesado en nosotros, puede ser un primer gran paso, ya que si esta alineado con las espectativas, debemos buscar clientes del mismo perfil. Haber puesto en orden nuestra casa, nos va a permitir poder realizar este ejercicio de forma más rápida y mas efectiva sobre todo.
La segmentación de clientes será la herramienta clave en esta fase, tenemos que ser capaces de agrupar nuestra base de datos por categorías con características similares, que nos permitan de una forma mas o menos efectiva, identificar grupos con intereses similares.
Visualicemos el calendario de carreras
Al igual que no podemos empezar a entrenar a lo loco, no deberíamos empezar a enviar comunicaciones de la misma manera. Los pasos anteriores nos han dados una buena base para empezar con las comunicaciones e interacciones con nuestros clientes. Conocer quién es el cliente, que es lo que necesita, y cómo hacerlo, nos permite poder crear una estrategia de comunicación para poder conseguir los objetivos. Con esta planificación podremos crear una historia conexa, un hilo argumental por cada grupo de clientes con características similares.
Obviamente este es un primer paso, ya que lo que queremos buscar es la personalización máxima, y para ello, esa categorización tendremos que llevarla al extremo, de forma que cada grupo lo forme un solo cliente. El en fondo todos, como individuales, somos diferentes, y tenemos necesidades diferentes.
Estos dos pasos, la comunicación y la personalización, requiere de una mentalidad de ensayo y error. Tenemos que ponernos manos a la obra, lanzar una comunicación (orquestada con la estrategia), medir su rendimiento, y poder actuar para mejorar los puntos que no hayan funcionado como deben. De esta forma nuestro presupuesto se podrá ir ajustando y optimizando.
Este no es un proceso estándard para todos los casos, pero sí puede servir de guía. No es más que poner en order la casa, antes de salir a interactuar con los clientes. No solo nuestros esfuerzos serán más efectivos, sino que que el cliente lo agradecerá. Este es el primer paso, hacia una relación a largo plazo